Mi Realización Del Test Sobre Sectas

marzo 28, 2007

Iván

El Test sobre sectas situado en la Web a la que vinculábamos tenía problemas para ser realizado. Hace unos días Frank nos comunicó que lo había encontrado hecho programa auto-ejecutable, que basta descargar para cumplimentarlo sin ningún problema.

Mientras lo probaba se me ocurrió realizar el test haciéndoos participes de mis respuestas, así como sobre lo que se me iba ocurriendo mientras lo realizaba.

Ante todo comprender que una entidad puede ser considerada como secta dañina en la medida que emplea las técnicas de control mental (por sus obras los conoceréis), y que las sectas usan estos métodos de forma diversa según el nivel de compromiso de cada uno de los colectivos que la componen. No es igual el resultado de este test para los que pertenecen al cien por cien al grupo que para quienes tan sólo lo son porque colaboran económicamente o aportando su imagen para darle prestigio.

El resultado varía si se realiza con el tipo de vida de un/a numerario/a (máximo compromiso con el Opus Dei), de un/a agregado/a, supernumerario/a; y no digamos nada si se rellena con las vivencias de un/a cooperador/a o chico/a de san Rafael, quienes sólo perciben de la Obra lo bueno de ella.

Aún siendo consciente de que su máxima fiabilidad sería la de cumplimentarlo con las exigencias de un numerario, yo lo he rellenado bajo los aspectos vividos por mí como agregado.

A continuación os expongo las contestaciones que he puesto y una breve explicación de su porqué.

Por último adjunto una copia del dictamen que el programa ofrece.

—oOo—

1- ¿Te has cambiado el nombre después de entrar en el grupo?

Esto no ocurre nunca en el Opus Dei.

NO

2- ¿Sigues viviendo en el mismo domicilio que tenias antes de entrar en el grupo?

Los numerarios cambian de domicilio para irse a vivir a un centro de la Obra, pero los agregados SI continuamos con nuestra familia.

SI

3- ¿Tienes tu propio dinero y dispones de él sin tener que dar cuentas a nadie del grupo?

NO

4- ¿Se te permite comer carne y pescado?

Las sectas acaparan el control total de la persona y por tanto su alimentación: lo que pueden tomar o no, si pueden comer entre horas, etc. Bajo este aspecto el Opus Dei controla a los Numerarios y (menos) a los Agregados.

Algunas sectas además impiden a sus adeptos comer carne y pescado para que estén físicamente débiles y así manipularlos mejor.

Respondo al sentido estricto de la pregunta, contestando exclusivamente sobre la libertad que SI tuve para comer carne y pescado.

SI

5- ¿Duermes menos de seis horas diarias?

En la Obra se te pide dormir de 7 horas y media a 8, pero si existe esa indicación es porque hay una fuerte tendencia a que se incumpla. Dormí menos de lo marcado en mis 10 años con los jóvenes y en largos periodos posteriores.

Hacer media hora de oración, ir a la iglesia y asistir a misa antes de empezar el periodo laboral te obliga a levantarte como mínimo una hora y cuarto antes que quienes no son de la Obra. La presencia en los centros más la labor que te encomiendan hacen que vuelvas a cenar tarde (hablo de mí, que por ser agregado no vivía en un centro). Todo ello lleva a que te cueste mucho dormir lo establecido.

Por lo dicho, lo propio sería poner SI o dejarla en blanco, no obstante voy a contestar NO a esta pregunta, como si siempre se cumpliera el horario teórico que se indica.

NO

6- ¿Dispones de tiempo libre para tus aficiones?

Un numerario y agregado ocupa TODO su tiempo libre en las necesidades de la Obra anulando para ello cualquier gusto personal a no ser que tenga un componente proselitista, en cuyo caso puede realizarlo (por ejemplo no te dejan “perder” tres horas paseando por un bosque solo, pero si cuando lo haces acompañado por alguien a quien le vas a dar una charla apostólica).

NO

7- ¿Realizas rituales diarios?

Nada más levantarte besas el suelo diciendo Serviam!, luego ofreces el día con un ritual preestablecido, y desde ahí continúas con oraciones mentales, jaculatorias, actos de desagravio, misa, tres partes del rosario, las oraciones de las Preces de la Obra… Y si no lo cumples, a la siguiente dirección espiritual… ¡Bronca!

SI

8- ¿Crees que puede resultar positivo hablar con algún ex-miembro del grupo?

Según el Opus Dei quienes le dejan es exclusivamente por culpa de ellos (ya que lo miembros consideran a la Obra como perfecta), por lo que estás mentalizado en que no se puede sacar nada positivo al hablar con un ex.

NO

9- ¿Piensas que algunos de los males del mundo en que vivimos (hambre, paro, guerras) son consecuencia de tu actuación?

Dice el Fundador en Camino: “De que tú y yo nos portemos como Dios quiere —no lo olvides— dependen muchas cosas grandes” (755). En la Obra se te inculca de forma consciente, pero más todavía inconscientemente, que los problemas del mundo desaparecerían si todos fueran del Opus Dei o adláteres suyos. Yo sentía que mis defectos y omisiones traían como consecuencia una pérdida de bienes para los demás, esto es, males en el mundo.

SI

10- ¿La doctrina o teoría de tu grupo es capaz de explicar todo lo que es importante para el ser humano?

La doctrina que imparte el Opus Dei es capaz de explicar desde el número de hijos que hay que tener hasta como hay que vestir (por ejemplo, que las mujeres usen falda en vez de pantalones); la felicidad temporal, la eterna y como deben ser y actuar las personas e instituciones para lograrlo (sobre todo la Iglesia).

SI

11- ¿Tu forma de ser, o la que te predican que has de tener, es diferente a la del líder de tu grupo?

La única misión de la Obra es hacer que los suyos se identifiquen con el Fundador. Te dicen que para llegar a Dios has de pasar por su cabeza y por su corazón (por tanto la respuesta es que lo que te predican que has de ser NO es diferente a como es el líder).

NO

12- ¿Piensas que para ser feliz es preciso sufrir?

Se pueden alegar muchos ejemplos, pero sólo cito uno: cada 1 de enero el Fundador escribía como meta para el año que entraba “¡Ningún día sin cruz!”.

SI

13- ¿Crees que si abandonases el grupo tu vida seguiría normalmente?

Lo que te hacen creer —y que te llegas a creer a píes juntillas— es que tu existencia será un caos lleno de infelicidad si les dejas. Por tanto tu vida NO seguirá normalmente.

NO

14- ¿Utilizas en diversas ocasiones el ayuno o mortificaciones extraordinarias como penitencias?

No merendar los sábados, cilicio dos horas al día, una vez a la semana flagelarte con las disciplinas…

SI

15- ¿Te ves con tus familiares?

A diferencia de los numerarios, los agregados viven con sus padres. Por tanto, en mi caso SI.

SI

16- ¿Has criticado en público en alguna ocasión el comportamiento del grupo o de los líderes?

¡De ninguna manera! ¡Ni por asomo se te ocurre hacerlo!

NO

17- ¿Tienes un director espiritual o persona directamente responsable de tu educación y cuidado?

No uno, sino dos, que además te son impuestos. Cada semana dirección espiritual con un laico, y con un sacerdote confesión (y para determinados aspectos también dirección espiritual).

SI

18- ¿Se puede identificar a los miembros de tu grupo por su forma de vestir o has oído decir a otros que todos los del grupo “son iguales”?

Aunque no visten lo mismo, hay multitud de normas que controlan la forma de vestir (tal y como que los hombres vayan a misa con chaqueta y corbata, que usen trajes de baño holgados y largos; que las mujeres no usen blusas de tirantes, durante muchos años tampoco podían llevar pantalones y cuando no era ya costumbre debían llevar bañadores con faldita como los de principios del siglo XX, etc.),  y lo que estaba harto de escuchar a los de fuera es que “todos los del opus sois iguales”.

SI

19- ¿Está bien visto por los líderes que te veas con antiguos amigos?

No está bien visto si no vas a sacar nada de ellos (acercarles a la Obra, dinero, etc.) pues cuanto menos es una pérdida de tiempo. Desde luego, si alguno te muestra facetas del Opus Dei que no coinciden con las oficiales, entonces te prohíben que te veas con ese amigo.

NO

20- ¿Crees que en la vida sólo hay un camino verdadero?

Por supuesto, de hecho te cuentan que Dios no te habría creado si no hubiera sido por la vocación al Opus Dei. Sólo hay un camino viable para uno de la Obra: el Opus Dei.

SI

21- Cuando te asaltan malos pensamientos, ¿utilizas alguna técnica de control mental para ahuyentarlos, tal como repetir mantras u oraciones?

Es lo más habitual: ahogar los malos pensamientos con el rezo de jaculatorias.

SI

22- ¿Te crees culpable por no ser capaz de desarrollar todas tus potencialidades humanas?

En la Obra se vive en un estado de culpabilidad tensa. El Fundador dejó escrito que al que pueda hacer como cinco, hay que pedirle como ocho: si no, se pierden (Punto 84 de la Instrucción Para Los Directores. Josemaría Escrivá, 31-V-1936), y te hacen sentir culpable si no lo das.

SI

23- ¿Se realizan elecciones en tu grupo para elegir al máximo y a los máximos dirigentes del mismo?

Si bien es cierto que el Prelado es elegido por los que tienen el título de electores, también lo es que esa categoría se la da el Prelado anterior a quienes él quiere (buenos esbirros suyos), por lo que esa elección no es democrática sino piramidal (impuesta por el de arriba). Y el resto de los máximos dirigentes son colocados por el Prelado a dedo.

NO

24- ¿Crees que cada situación humana es diferente y que es imposible simplificarlas reduciéndolas a unas pocas situaciones tipo?

En la Obra todo está reducido a situaciones tipo. Como ejemplos: el Opus Dei es perfecto por lo que cualquier crítica a él es falsa; la paternidad responsable sólo significa tener un tropel de hijos; tu vocación es vista por los directores y es indeleble por lo que ya nunca hay que replantearse el tema; hay que gastar con la mentalidad de un padre de familia numerosa y pobre…

NO

25- ¿Crees que los que no pertenecen a tu grupo están capacitados para verter críticas contra el mismo?

¡¡¡Nunca!!!

NO

26- ¿Sientes habitualmente miedo a ser descubierto realizando actos prohibidos por la doctrina del grupo?

La presión de la Obra es tan grande que todo el mundo se evade haciendo lo que la doctrina llama “ocultas compensaciones”. Tomarte un güisqui de pascuas a ramos, echarte algún día una siesta, ver la televisión en horario no previsto, picar algo a deshora, etc. Desde luego que yo tenía, más que miedo, un gran «reparo» a ser descubierto.

SI

27- ¿Crees que es más importante la crítica pública de los dirigentes que la de uno mismo?

Desde luego, ya que los jefes son los únicos que critican, tú no.

SI

28- ¿Existen enemigos de tu grupo que practican el ataque sistemático contra el mismo?

En su día fueron los jesuitas, ahora los ex que escribimos en sitios como éste… y siempre practican el ataque sistemático contra el Opus Dei los que no comulgan al cien por cien con él.

SI

29- ¿Piensas que la felicidad está relacionada directamente con la obediencia?

¡¡¡Desde luego que si!!!

Te cuentan que la única manera de ser feliz es en el Opus Dei. Y por otra parte que el único camino posible es obedecer o marcharse.

SI

30- ¿Manifiestas en ocasiones a tus compañeros sentimientos negativos contra los líderes o contra la doctrina del grupo?

¡¡¡Nunca!!!

NO

31- ¿Puedes elegir libremente a tu pareja, aunque ella sea ajena al grupo?

Los numerarios y agregados no pueden elegir libremente a su pareja, ya que les impiden tenerla.

NO

32- ¿Tienes conocimiento del estado de la contabilidad general de tu grupo?

¡¡¡NADA DE NADA!!!

NO

33- ¿Te informas de las noticias al menos una vez a la semana?

SI

34- En tu relación con el resultado de tus actividades con el grupo, ¿es habitual pasar de estados de euforia a estados de frustración?

Son los ciclos habituales. Un día era feliz porque había cumplido todas las normas y al siguiente estaba hecho polvo porque un amigo me daba esquinazo. En una meditación llevas a tres y te encuentras en la gloria, a la siguiente no va nadie y te sientes hundido…

SI

35- ¿Realizas confesiones obligadas o autocríticas públicas?

En el medio de formación del Círculo breve, para numerarios y agregados, se manifiesta de rodillas y en público un pequeño defecto u omisión (por ejemplo no haber rezado un día el ángelus, o distraerte en la lectura espiritual) tras lo cual quien lo dirige te impone una penitencia; mas es tan minúsculo lo que se muestra (nunca algo que pudiera ser materia de confesión) que ese acto no puede encuadrarse en una confesión pública.

Pero confesiones obligadas si que has de hacerlas. Cada semana una vez con tu director espiritual (laico) y también una confesión (sacramento) con el sacerdote. Además son forzosas y con personas que tú no eliges sino que te vienen impuestas por los directores.

SI

36- ¿Tienes un horario diario que no puedes alterar salvo caso excepcional?

El plan de vida de la Obra (horario, normas de piedad, asistencia a medios de formación, etc.) una vez fijado por tu director es más rígido que una armadura medieval.

SI

37- ¿Piensas que para ganar adeptos es lícito presentar la doctrina adaptada para los legos, ocultando partes de la misma que no pueden ser comprendidas inmediatamente?

En el Opus Dei es lo habitual. Empezando porque antes de hacerte de la Obra no te permiten leer ni las Constituciones del Opus Dei ni nada que te explique aquello a lo que te vas a comprometer. Siguiendo con que tuve que mentir a mis padres diciéndoles que no era de la Obra, cuando ya lo era; y siempre, según las circunstancias, tergiversé o cambié la realidad sin empachos y con todas las bendiciones de los directores.

SI

38- ¿Lees habitualmente otros libros distintos de los oficiales del grupo?

Como las lecturas están censuradas, es tan complicado leer algo ajeno a temas profesionales (mirar en el fichero del centro si está permitido y si no lo es buscar otro libro y repetir el proceso) que la verdad es que yo fuera de lo del trabajo sólo leía las publicaciones de la Obra, el libro de lectura espiritual y cinco minutos los evangelios.

Por otra parte, un libro censurado es aquel que está conforme con la doctrina del que lo censura, por lo que se puede afirmar que es como si lo hubiera escrito él. Visto bajo este aspecto, en la Obra sólo puedes leer libros que la censura aprueba, por lo que es como si estuvieran escritos por el grupo.

NO

39- ¿Tu correspondencia es abierta ocasionalmente por algún otro miembro del grupo?

Lo era cuando hice vida en común con los directores (por ejemplo mientras estuve en convivencias).

SI

40- ¿Puedes ausentarte un tiempo sin tener que dar explicaciones a nadie?

¡¡¡Impensable!!!

NO

41- ¿Crees que la conducta ética tiene que ser la misma con los miembros del grupo que con los extraños?

Por ejemplo, está consentido criticar a cualquiera ajeno, mas nunca a uno de dentro.

NO

42- ¿Crees que existen diversos niveles de conocimiento que proporcionan diversos niveles de verdad?

La doctrina te la dan de forma paulatina y sólo conoces la que necesitas, del resto te cuentan que no te es necesario conocerlo. Ahora están saliendo a la luz documentos internos del Opus Dei (a espaldas de él) de los que la mayoría me eran desconocidos a pesar de haber estado dentro 35 años.

SI

43- ¿Están mal vistos en tu grupo los individuos que siempre están preguntado por todo?

Se te pide no tener espíritu crítico y cuando se acerca al centro alguien que es preguntón, rápidamente se le echa.

SI

44- ¿El tipo de relaciones sexuales que mantienes es el habitual en el entorno social?

NO

45- ¿Te sientes a menudo agotado por un exceso de actividad?

SI

46- ¿Conoces el caso de algún ex-miembro del grupo que diga que se encuentra mejor ahora que cuando era miembro?

Sin ir más lejos, yo mismo.

SI

47- ¿Crees que la TV., la radio y la prensa están manipuladas hasta el punto de que sus informaciones no son fiables?

Sí, cuando cuentan algo que no gusta al grupo.

SI

48- ¿En alguna ocasión, al preguntar por algún aspecto de la doctrina del grupo, te han dicho que no tenías la suficiente madurez para entender la respuesta?

Repito lo que puse más arriba: La doctrina te la dan de forma paulatina y sólo conoces la que necesitas, del resto te cuentan que no te es necesario conocerlo. Ahora están saliendo a la luz documentos internos de la Obra (a espaldas de ella) de los que la mayoría me eran desconocidos a pesar de haber estado dentro 35 años.

SI

49- ¿Puedes recibir llamadas telefónicas sin que nadie se entere?

Yo sí, porque vivía con mis padres.

SI

50- ¿Te han recriminado sacando a relucir alguna confesión o autocrítica pública que hubieras hecho?

Estuve cansado de que me recriminaran por lo que les contaba a los directores. Pero en la Obra no he realizado ni confesiones ni autocríticas públicas. Aquí habría que responder que SI o dejar la respuesta en blanco, mas voy a responderla en sentido estricto a lo que se pregunta.

NO

—oOo—

RESULTADO DEL TEST

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El Opus Dei se muestra más sectario aún si este test se rellena de acuerdo con el tipo de vida de un numerario.

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En Nombre De Dios

marzo 13, 2007

Luis Rojas Marcos

Jueves, 25 de abril de 2002

(Psiquiatra y ex presidente del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos de Nueva York.)

Desde que los terroristas islámicos suicidas, al grito de ‘¡Alá es bueno!’, estrellaron los aviones comerciales repletos de pasajeros contra miles de almas inocentes, en Nueva York y Washington, el pasado 11 de septiembre, el nombre de Dios se ha convertido en consigna de atrocidades.

En Oriente Próximo, jóvenes palestinos, libro del Corán en mano, explosionan en nombre de Dios bombas asesinas amarradas a sus cuerpos, en restaurantes y autobuses abarrotados de gente corriente. Soldados israelíes disparan sus tanques con ensañamiento contra hombres, mujeres y niños indefensos en sus propias casas. Unos alegan la promesa de Yahveh a Moisés de dar tierra al pueblo elegido; otros, más prosaicos, dicen simplemente que están saldando cuentas de acuerdo con el consejo bíblico de ‘lavarse los pies en la sangre del malvado’. Y hace unos días, cuando un periodista le preguntó al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, qué hacía para aliviar la presión de la guerra devastadora en Afganistán y las masacres diarias en Oriente Próximo, el jefe supremo del Ejército más poderoso del mundo respondió, en primer lugar, que ‘¡Rezar!’.

Lo espeluznante de esta divinización de la violencia moderna es que quienes enarbolan el nombre de Dios para exterminar a sus rivales ‘infieles’, tienen menos reparos a la hora de matar sin piedad y al por mayor. No les preocupa la opinión pública, ni tienen un programa político que promover. Además, en la mente de estos devotos, matar o morir por la causa divina o en una ‘guerra santa’ da un generoso beneficio: la garantía de gozar de una vida eterna, placentera y feliz en el más allá.

En estos días, cuando aún no hemos tenido tiempo de comprender la incongruencia y superar la confusión que nos produce tanto violento fanático que emplea el nombre de Dios, ha salido a la luz pública, en Estados Unidos y algunos países de Europa, la existencia de un ejército de sacerdotes pederastas. Durante años, estos clérigos perversos se han aprovechado de su ministerio sagrado para seducir y obtener el placer sexual con niños que a menudo no han cumplido los 12 años de edad.

La explotación sexual de criaturas es una de esas formas de violencia que la sociedad considera ‘increíble’, quizá porque todavía no está preparada para hacer frente decididamente a este gran problema, tan chocante como real. La sospecha popular es que los abusadores de niños son personas anormales, obnubiladas por la psicosis, las drogas o la ignorancia. Sin embargo, los pederastas suelen ser hombres que no muestran ningún rasgo o comportamiento aparente que nos pueda ayudar a identificarlos. Se caracterizan por vivir secretamente obsesionados con el abuso sexual de menores. Son incorregibles y no sienten remordimiento por sus ultrajes deliberados ni compasión hacia sus víctimas.

Todos los pederastas que he conocido practican una dialéctica cargada de sangre fría y clichés simplistas. A pesar de sus violaciones premeditadas y la crueldad de sus métodos, disculpan sus crímenes con fantasías románticas absurdas. Todos destilan excusas irracionales del inmenso mar de sufrimiento que ahoga a las víctimas de sus persuasiones egoístas.

Los pequeños atrapados en estas relaciones explotadoras se encuentran completamente desarmados ante el cura abusador que, en virtud de su oficio, está encargado de su cuidado espiritual. Adoptan una actitud de entrega, claudican y se desconectan mentalmente de la aterradora realidad. Pronto, estos niños no tienen más remedio que fabricar un sistema de explicaciones que les permita justificar el abuso. Inevitablemente concluyen culpándose a sí mismos. Con el tiempo se deprimen, se aíslan y pierden su autoestima y su identidad. Durante años revivirán las penosas y humillantes experiencias como si estuvieran ocurriendo en el presente. Los detalles más degradantes de los actos sexuales se entrometerán en su vida cotidiana y transformarán su existencia en una interminable pesadilla.

Son días oscuros en muchas diócesis del mundo. Incluyendo en la Santa Sede, donde parece preocupar más el daño a la imagen de la Iglesia que el trauma de las víctimas. Porque, según demuestran los casos que conocemos, no pocos prelados han tolerado, encubierto y protegido durante décadas a estos curas criminales y a sus superiores cómplices, en lugar de denunciarlos, decir la verdad y buscar sinceramente la causa y el remedio de este escándalo.

Pocos dudan de que a medida que se tira de la manta y los afligidos vencen el miedo a delatar a sus verdugos se harán más evidentes y alarmantes las dimensiones epidémicas del terrible mal. Esperemos que no sea necesario que se continúen acumulando las víctimas y el sufrimiento llegue a niveles insostenibles antes de que la sociedad reconozca abiertamente lo que no se puede ignorar más y comience a tomar medidas. Si bien todas las formas de violencia marcan la faz de la humanidad con cicatrices indelebles de dolor, desesperanza y odio, la violencia más nefasta es la mutilación del espíritu de un niño, pues socava el principio vital de la confianza, sin el cual no es posible la supervivencia de la especie humana.

Pienso que en estos tiempos tan tormentosos e inciertos, muchos hombres y mujeres buscamos ávidamente una fuente de paz, serenidad y esperanza. Pero justo cuando más necesitamos el refugio sosegado de la religión, más tenemos que huir de ella y buscar otra tabla de salvación. Desafortunadamente, grupos de violentos y pervertidos han conseguido la metamorfosis de credos de amor y respeto por la dignidad humana en doctrinas de odio y atropello. Quizá, por eso cada día somos más las personas que alimentamos la espiritualidad de nuestras propias voces internas y las convertimos en una fuente de ilusión y de consuelo. Tenemos fe en algo superior que está fuera de nosotros, pero que no llamamos Dios. Es algo que nos ayuda a configurar una perspectiva más amplia, optimista y aceptable de las adversidades y tragedias.

En cuanto a Dios, creo que ha llegado el momento de pedirle que nos salve de sus ministros, portavoces y creyentes.

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La Flojera En Los Del Opus Dei

febrero 5, 2007

Ivan de ExOpus

En determinados momentos de la estancia en la Obra —normalmente de forma cíclica— pueden aparecer en el sujeto los siguientes síntomas:

1. Desgana general, pero sobre todo para cumplir las normas del plan de vida.

2. No poner en práctica lo tratado en la confidencia (dirección espiritual).

3. Olvido a lo largo de la jornada de los propósitos de los exámenes de conciencia.

4. Dejarse sin hacer un número de normas del plan de vida, que con frecuencia no son las mismas de un día para otro.

5. Rechazo profundo a hacer la confidencia.

La raíz de la poca autoestima de los de la Obra se debe en gran parte a que no se le valora al sujeto lo mucho positivo que tiene, sino lo poco negativo (cada semana te atormentan por la vez que no hiciste la lectura espiritual y por los dos días que has retrasado la visita al Santísimo y nunca te motivan por las siete horas de oración mental, por el mismo número de rosarios, de misas, porque has entregado todo tu sueldo del mes, etc.). Eso supone que cada una de las confidencias de quienes padecen el síndrome del que hablamos vaya acompañada de una bronca por parte del director, que en vez de elevar la moral del sujeto, le hunde aún más.

Causas.

Ya hemos visto en otro lugar como la mayoría entra en el Opus Dei por la inmadurez de su edad, por la confianza en los directores cuando te dicen que tienes vocación y por el acoso sucesivo al que te han sometido y al que te acabas acostumbrando. Primero te importunan sin descanso para que vayas al centro, luego a las meditaciones, después para que te confieses con el cura de allí, y así hasta que te ven maduro para el asalto final: plantearte que lo dejes todo para el Opus Dei (aunque te dicen que es para Dios, mas como en la Obra hay tanta falta de respeto a los derechos humanos y a las leyes de la Iglesia, no me creo que el Opus Dei sea muy de Dios).

Una vez que estás dentro es una falta grave dudar de la vocación por lo que con esta culpabilidad que inculcan el Opus Dei cierra el cepo que desde un principio te había preparado. A lo anterior se suma el que te embeben en la creencia de que fuera de la Obra no hay felicidad alguna para ti (como ejemplo nuevo: en los medios de formación no es raro oír que si no hubiera sido por nuestra vocación al Opus Dei, muy posiblemente Dios no nos habría creado).

Con el tiempo esa esclavitud psicológica y espiritual hace que el único gozo que recibas por tu actuar sea el derivado de complacer a los directores, el de satisfacerles en la confidencia, el de evitar que te acosen más; lo que te va quitando poco a poco las ganas de vivir.

Un inciso. En la Obra se acaban haciendo las cosas no por Dios, sino por la presión humana a que te someten los directores. Por eso cuando cesa ese acoso, al dejar el Opus Dei (con la cabeza y no sólo físicamente), lo normal es que se dejen de cumplir las normas del plan de vida que te enseñaron allí, y que tan sólo permanezcan las que vivías antes de acercarte a la Obra, las que adquiriste por una elección voluntaria y no por coacción.

Volvamos al tema. Las reacciones inconscientes para sacarte de ese estado son tres, que habitualmente se dan mezcladas: el fanatismo, llevar una doble vida (compensaciones) y caer en un estado de tristeza vital.

Para aliviar esa tensión a la que el sujeto está sometido, y de la que no ve salida, hay algunos que se vuelven más papistas que el papa. Son los fanáticos extremos (el resto sólo lo es en un grado relativo) que para no sufrir dejan de pensar por si mismos, aceptan a píes juntillas lo que les predican los directores y se dedican a defender al Opus Dei de forma irracional y desmedida. Con los fanáticos absolutos es imposible razonar.

Para el resto —aquellos que no consienten en transformarse en unos irracionales completos— va pasando el tiempo, y las contradicciones entre la teoría y la práctica del Opus Dei, la sensación de sentirse en una trampa de la que no pueden salir, el agotamiento proselitista, etc., llevan al estado predepresivo antes visto, que el Opus Dei designa como de pereza y falta de visión sobrenatural.

Cuando aparece antes de hacer la fidelidad (incorporación definitiva al Opus Dei), lo que el cuerpo está pidiendo a gritos es que los directores te echen de la Obra, que vean que eres un flojo, que no les vales, y que por ello te pidan que el próximo 19 de marzo no renueves.

Es admirable la sabiduría del cuerpo. Estás mal en la Obra, cada vez peor, no puedes irte voluntariamente porque eso sería tu perdición temporal y eterna, por lo que desde lo profundo se desarrolla en ti la estrategia de transformarte en alguien inútil para el Opus Dei, para que así sean ellos los responsables de tu salida de la Obra, por lo que al no ser una decisión voluntaria tuya esos anatemas de desgracias ya no te ocurrirán.

¡Cuantísimos habrán sido echados del Opus Dei gracias a esta inteligencia subconsciente!

La vida en la Obra es como estar en un carrusel afectivo: a unos momentos de euforia extrema les siguen otros de profunda tristeza.

Si tras hacer la fidelidad es cada vez mayor la duración e intensidad de los periodos con este síndrome de flojera, y si el sujeto no los amortigua llevando una hipócrita doble vida (con compensaciones no permitidas que liberan las tensiones) o dejando el Opus Dei, se termina irremisiblemente en una enfermedad. La más frecuente es la depresión, pero también paranoia, eccemas, úlceras de estómago, alteraciones en la columna vertebral, etc.

Lo anterior explica el porqué muchas enfermedades con años de evolución desaparecen casi milagrosamente al poco de dejar el Opus Dei.

Mas si se sale de la Obra, la condición imprescindible para curarse es que se le abandone con la cabeza y no sólo con el corazón y con el cuerpo. Poco se gana si la persona sigue creyendo y sintiendo que va a ser una desgraciada por haber tirado por la borda el don inefable y único para su felicidad de la vocación al Opus Dei, sin el cual Dios no la habría creado.exopus.jpg


Nuevo Boletín Mensual

diciembre 30, 2006

Nombre del Boletín: «ExOpus: Los Otros Del Opus Dei».

Dirección del Grupo: www.domeus.es/groups/exopus

Descripción: Boletín mensual para difundir el índice de los libros y escritos importantes sobre el «Otro» Opus Dei (con una breve reseña) aparecidos en Internet durante el mes anterior (no sólo los de ExOpus).

Con una periodicidad variable se mandarán números extraordinarios con objeto de que al final quede reseñado todo lo existente sobre el tema (añadiéndose de esta manera al primer envío, poco a poco, lo publicado con anterioridad a él).

No se descarta en el futuro la ampliación a otro tipo de noticias y servicios.

Para suscribirse por e-mail: exopus-subscribe@domeus.es

AVISO: Se ha de confirmar la suscripción reenviando el e-mail que recibes para ese fin. A veces se pierde el mensaje original porque hay servidores que lo consideran spam y lo filtran. Por tanto, sí en un plazo prudencial no recibís dicho e-mail (10 minutos, por ejemplo), lo mejor es que vayáis a la Web de Domeus y os inscribáis allí ya que a las 24 horas el servidor destruye automáticamente los mensajes no confirmados (sí pasa ese plazo os tenéis que inscribir de nuevo).

Para suscribirse a través de la Web o para consultas:

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Para enviar mensajes al Grupo: exopus@domeus.es

Los mensajes que mandéis no se publican (ya que sólo se hace con el Boletín), pero son un medio para contactar con los administradores.

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NOTAS:

1. El e-mail que recibáis lleva adjunto el Boletín en formato de libro electrónico (puede verse como una página Web en cualquier ordenador, sin necesidad de ningún otro programa). Para leerlo basta con hacer doble clic sobre él.

2. Los datos que aportéis en la inscripción (dirección de correo, nombre, etc.) son «absolutamente» confidenciales.

3. Por las fechas navideñas en que nos encontramos, y en espera de tener un número suficiente de suscriptores, el primer Boletín conteniendo las novedades de diciembre se enviará el día 7 de enero de 2007 a las 20:00 horas de España. Los siguientes se mandarán el día 1 de cada mes a las 07:00 horas.

4. Los suscritos pueden acceder a los envíos a través de la Web del Grupo en Domeus (antes hay que completar la inscripción allí), también se puede elegir leerlo (o descargarlo) en ese lugar y no recibirlo por e-mail.

5. El que tenga intención de suscribirse, que lo haga cuanto antes.

Ivan de ExOpus

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Una Dosis De Megalomanía (II)

diciembre 17, 2006

Ivan de ExOpus

Sé de María y serás nuestro (Camino, 494. Josemaría Escrivá).

El que es de María es de Cristo, de Dios y de la Iglesia Total. Sólo de ellos, de nadie más.

La parte no es el todo. No se puede decir sé de María y serás jesuita (porque entonces todos los de María serían jesuitas), o sé de María y serás de la diócesis de Burgos (porque entonces todos los de María serían de esa diócesis), o sé de María y serás Neocatecumenal (porque entonces todos los de María serían neocatecumenales)… o como dice el fundador de la Obra: sé de María y serás nuestro (porque entonces todos los de María serían del Opus Dei).

Quien afirme tal cosa es un megalómano que se está identificando con Cristo, con Dios o con la Iglesia Total.

En este punto de Camino el subconsciente de Escrivá le traiciona y saca a la luz su visión profunda del Opus Dei y de él: los considera Cristo, Dios o la Iglesia Total… o se ve a sí mismo como Cristo o como Dios Padre, y al Opus Dei como la Iglesia Total.

En cualquier caso, es una megalomanía de identificación con la divinidad.

Iván

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Sobre El Fundamentalismo Del Opus Dei

diciembre 14, 2006

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Foto: Osama bin Laden

Ivan de ExOpus

Si nos encontramos con el párrafo «Nosotros sabemos cual es la verdad y por ello —para preservar la fe en el Profeta y salvar a la humanidad— Alá nos pide que seamos todo lo intransigentes y violentos que haga falta.», y después nos cuentan que es la explicación ofrecida por un talibán islámico para justificar sus actos terroristas; nos lo creemos, ya que reune las condiciones que ha de tener todo fundamentalista religioso (aquel que exige con intransigencia el sometimiento a una doctrina o práctica establecida), que es considerarse elegido por Dios como el único depositario de la Verdad revelada para imponérsela después, por cualquier medio, al resto de la humanidad.

Para cumplir esa misión el fundamentalista se cree investido de los mismos poderes de Dios, entre los que están saber lo que es bueno y malo. Si alguien se opone a su megalomanía es un malvado que hay que reconducir como sea al camino recto, incluso empleando la violencia, la “santa” coacción, ya que él la considera bendecida por Dios.

Ahora leemos:

El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza. Si, por salvar una vida terrena, con aplauso de todos, empleamos la fuerza para evitar que un hombre se suicide…, ¿no vamos a poder emplear la misma coacción —la santa coacción— para salvar la Vida (con mayúscula) de muchos que se obstinan en suicidar idiotamente su alma?

Ahí vemos como el autor se considera conocedor absoluto de cual es la única “Vida” espiritual de los demás. Y a quien no lo vea así hay que imponérselo por medio de la coacción, que ha de llamarse “santa” porque es para hacerle el máximo bien a esa persona y a Dios.

Todo el mundo sabe que la vida física es algo bueno y por tanto ha de estar perturbado quien no lo juzgue así, lo que justifica emplear la fuerza para evitar un suicidio.

De la misma manera quien escribe el texto que nos ocupa sabe cual es la única vida espiritual de los demás, por lo que también debe ser un enfermo mental quien no coincida con él en ese conocimiento; lo que santifica que pueda emplear la misma coacción —la santa coacción—para salvar la Vida (con mayúscula) del que se obstina en suicidar idiotamente su alma.

Pero es que ese texto no está escrito por un terrorista islámico, sino por san Josemaría Escrivá de Balaguer (en los puntos 387 y 389 de su libro Camino), motivo por el que podemos designarle como eltalibán católico creador del grupo fundamentalista Opus Dei«.

Iván.

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