Queso Para El Ratón

Publicado por primera vez el 09 julio 2004

Iván de ExOpus

Cortamos unas porciones de queso, hacemos con ellas un bocadillo y se lo damos a nuestro hijo para merendar. Entonces un amigo nuestro que lo ve nos comenta que dar demasiado queso a un niño puede perjudicarle. Le escuchamos con diligencia y atendemos sobre los perjuicios que puede producir el queso. La siguiente vez que llevamos al niño al médico le consultamos sobre lo que nuestro amigo nos dijo y si el profesional nos lo confirma, se acabó dar de merendar queso a nuestro hijo.

Cuando el bien que proporcionamos a otro es para su beneficio, estamos abiertos al diálogo para así poder modificar nuestra conducta equivocada (e incluso pagamos por ello).

Después de darle el bocadillo de queso a nuestro hijo cortamos una porción del mismo y la colocamos en el lugar adecuado de un cepo para ratones. Si alguien nos pregunta (por ejemplo un extraterrestre que no sabe nada de cómo funcionan las cosas en la tierra) el porqué desperdiciar un queso tan rico para un ratón, le contestaremos que si no colocamos algo bueno, que le encante al ratón, no picara en el cepo. Por muchos consejos que nos den sobre lo malo que es para el ratón colocar ahí ese queso nos los escucharemos, puesto que lo que deseamos precisamente es eso «malo» para el ratón.

Cuando el bien que proporcionamos a otros es exclusivamente para nuestro beneficio y tan sólo lo usamos como imán para atraerle, entonces estaremos cerrados a cualquier consejo que busque modificar nuestra intención.

Apliquémoslo a una sociedad.

1 – Si una institución está abierta al diálogo y modifica con diligencia los errores que otros le muestran, ello indica que busca exclusivamente el bien de sus miembros y que no tiene ninguna otra finalidad oculta.

2 – Cuando una institución está cerrada al diálogo y además hace oídos sordos a las voces que le manifiestan, de forma evidente, que viola derechos humanos fundamentales, entonces es que:

2.1 – Esa institución no busca el bien de sus miembros.

2.2 – Tan sólo utiliza los bienes que ofrece (naturales o sobrenaturales) para atraer a la gente y poder así «cazarla» después.

2.3 – Tiene otros fines ocultos e inconfesables.

2.4 – Si esa institución es de la Iglesia, esos otros fines ocultos e inconfesables tan sólo pueden ser dar un «golpe de estado» en el Vaticano para así implantar su iglesia particular a toda la humanidad (incluyendo en esa implantación la violación de los derechos humanos en que incurre en la actualidad).

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1 Responses to Queso Para El Ratón

  1. Lucy Villegas dice:

    los niños los pobres niños son manipulados desde el nido por sus maestros por sus padres por las monjas por los sacerdotes para encaminarlos como ovejas a aceptar lo que dice disque la santa iglesia catolica ,la cual es la farsa inventada mas antigua y mas maligna

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