Antonio de Senillosa, ¿Por Qué No Es Usted Del Opus Dei?

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Encuesta realizada entre 1970 y 1974

ANTONIO DE SENILLOSA Barcelona.

«¿Por qué no es usted del Opus?» No me seducen demasiado este tipo de encuestas que piden una con­testación brillante, como si se nos exigiera una res­puesta obligatoriamente ingeniosa. Tampoco soy muy aficionado a responder a las cuestiones que a menudo nos proponen en virtud de una fórmula de libro en la que los coautores -los encuestados- no partici­pan de la parte de los derechos que en justicia les co­rrespondería. Finalmente, respeto demasiado la inti­midad de las personas para desear adentrarme en su esfera íntima, aunque bien se me alcanza que el Opus ha invadido unos terrenos que hacen lícito y aun con­veniente el lanzamiento a la arena pública de la pre­gunta.

Pero, ¿acaso no sería mejor formularla de distinta manera? ¿Por qué no indagar -si es que hay posibi­lidades de que sus afiliados respondan con una mínimo de franqueza, lo que parece difícil- las causas que im­pulsan a los hombres a inscribirse en este instituto secular, hoy asociación de fieles? «¿Por qué es usted del Opus Dei?», preguntaría yo. ¿Por ambición? ¿Bus­caba usted protección en sus negocios? ¿Sentía nece­sidades espirituales o un deseo de perfección o, simple­mente, quería ganar fácilmente una cátedra o esca­lar algún puesto relevante? ¿Alguna desgracia le im­pulsó a buscar consuelo en la «Obra» de Monseñor Es­crivá de Balaguer? ¿O tal vez influyó en su entrada en la organización ese extraño magnetismo que parece desprenderse del «Padre»»?

Dejando estas consideraciones aparte, lo cierto es que la pregunta se formula en términos negativos y a ellos habrá que atenerse al responderla .

Quien no tiene barco ni ama la natación, difícilmen­te se inscribirá en un club náutico, como no serán so­cios de Barcelona o del Madrid aquellos a los que el fútbol les aburre.

Por eso no soy yo del Opus Dei. Porque no me gus­ta. Amo la libertad y detesto «la santa intransigencia, la santa coacción, la santa desvergüenza». (Máxi­ma 387). No soy partidario de «obedecer ciegamente al superior» (máxima 941), y «Camino» me parece un li­bro delirante y de una aterradora pobreza intelectual. En cuanto a las «Constituciones» que Ynfante ha publi­cado y nadie ha desmentido, me producen escalofríos en la columna vertebral. Me gusta menos aún que una sociedad semisecreta tenga encaramados en la admi­nistración de los negocios públicos a muchos de sus miembros, copando con preferencia aquellos cargos que más importancia tienen para el desarrollo del país: la educación, la información, la enseñanza, los asuntos económicos.

En fin, por mucho que escarbe en mi imaginación no encuentra razón alguna para acercarme a la aso­ciación de fieles del reciente marqués de Peralta. ¿Ten­dré que reconocer, además, que si es cierto que la re­cluta de sus huestes la hace el Opus preferentemente entre jóvenes guapos, inteligentes y ricos, las solicita­ciones que yo he recibido han sido levísimas, casi in­existentes, como si la Obra no me considerara ador­nado con ninguno de aquellos envidiables atributos y, por tanto, no fuera yo más que una pieza escasamente deseable?

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1 Responses to Antonio de Senillosa, ¿Por Qué No Es Usted Del Opus Dei?

  1. diego dice:

    gracias

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