La Opinión De Un Papa No Está Por Encima De La Verdad

La verdad no necesita padrinos. Puede tenerlos —y de hecho los tiene— pero no los necesita, porque la verdad se impone por su propio poder, el que tiene en si misma, el que le ha transferido la realidad. La verdad es tan poderosa que una vez manifestada no hay fuerza humana que la anule.

Las personas e instituciones que no son capaces de contrarrestar las críticas de que son objeto buscan con pasión disponer de padrinos que cubran con su gran prestigio la propia insolvencia.

Los textos que pongo a continuación se corresponden, en primer lugar, a una carta enviada a Opus Libros en la que su autor copia textos de varios papas intentando de esa manera tapar con sus agradables palabras hacia el Opus Dei las críticas de que es objeto.

Detrás van las contestaciones que recibió.

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¡Vosotros sí que sabéis!

Ferrán Arizcun (23-7-2004).

¡Cuánto me alegra saber que hay personas que de verdad tienen las ideas claras! ¡¿A dónde iríamos con personajillos de tan poca talla y categoría como los que a continuación escriben?!

Juan Pablo II

«Manifestación evidente de esta Providencia divina es la presencia constante a lo largo de los siglos de hombres y mujeres, fieles a Cristo, que iluminan con su vida y su mensaje las diversas épocas de la historia. Entre estas figuras insignes ocupa un lugar destacado el beato Josemaría Escrivá, que, como subrayé el día solemne de su beatificación, recordó al mundo contemporáneo la llamada universal a la santidad y el valor cristiano que puede adquirir el trabajo profesional, en las circunstancias ordinarias de cada uno«. (Audiencia a los participantes en un congreso sobre las enseñanzas de San Josemaría, 14-X-1993).

«Con sobrenatural intuición, el beato Josemaría predicó incansablemente la llamada universal a la santidad y al apostolado. Cristo convoca a todos a santificarse en la realidad de la vida cotidiana; por ello, el trabajo es también medio de santificación personal y de apostolado cuando se vive en unión con Jesucristo, pues el Hijo de Dios, al encarnarse, se ha unido en cierto modo a toda la realidad del hombre y a toda la creación (cf. Dominum et vivificantem, 50). En una sociedad en la que el afán desenfrenado de poseer cosas materiales las convierte en un ídolo y motivo de alejamiento de Dios, el nuevo beato nos recuerda que estas mismas realidades, criaturas de Dios y del ingenio humano, si se usan rectamente para gloria del Creador y al servicio de los hermanos, pueden ser camino para el encuentro de los hombres con Cristo» (Ceremonia de beatificación de Josemaría Escrivá, 17-V-1992).

Juan Pablo I

«Escrivá de Balaguer, con el Evangelio, decía continuamente: “Cristo no nos pide un poco de bondad, sino mucha bondad. Pero quiere que lleguemos a ella no a través de acciones extraordinarias, sino con acciones comunes, aunque el modo de ejecutar tales acciones no debe ser común». Allí «nel bel mezzo della strada», en la oficina, en la fábrica, nos hacemos santos a poco que hagamos el propio deber con competencia, por amor de Dios, y alegremente, de manera que el trabajo cotidiano se convierta no en una «tragedia cotidiana», sino en la «sonrisa cotidiana»» (Artículo en Il Gazzettino, Venecia, 25-VII-1978).

Pablo VI

«En sus palabras hemos advertido la vibración del espíritu encendido y generoso de toda la Institución, nacida en este tiempo nuestro como expresión de la perenne juventud de la Iglesia (…). Consideramos con paterna satisfacción cuanto el Opus Dei ha realizado y realiza por el Reino de Dios; el deseo de hacer el bien, que lo guía; el amor encendido a la Iglesia y a su Cabeza visible, que lo distingue; el celo ardiente por las almas, que lo empuja hacia los arduos y difíciles caminos del apostolado de presencia y de testimonio en todos los sectores de la vida contemporánea» (Carta manuscrita -quirógrafo- a mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, 1-X-1964).

Beato Juan XXIII

«El Opus Dei está destinado a abrir en la Iglesia insospechados horizontes de apostolado universal».

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OYE, FERRÁN…

Satur (25-7-2004)

Oye, Ferrán, eso de llamar a Juan Pablo II, a Juan Pablo I, a Paulo VI y a Juan XXIII «personajillos de poca talla y competencia» no me parece bien. Nada de ironías. Son Papas y merecen un respeto, aunque uno fuera gordo y cuando se reía se le movía la tripota así, como de arriba abajo cuando el santo le decía «yo de usted no he aprendido el ecumenismo» (aunque la pregunta es, ¿aprendiste algo de alguien, majete?); y otro sospechaba que San Pío de Pietralcina era un liante (Juan Pablo I: ver biografía del Padre Pío en la Editorial Palabra), y otro no recibió a San Josemaría durante años y el mismo santo dijo de él, de sus secretarios y cardenales cosas que la pluma no puede, no debe reflejar…

(El que haya escuchado las tertulias de L.F.M.S., que asistió al Vaticano II como secretario de un cardenal aragonés y donde con un puñado de selectos asistentes al mismo tenían tertulias donde el santo les decía sobre Benelli, por ejemplo, que era un «sifilítico» [sic]… el que haya asistido a esas tertulias, digo, sabe lo que escribo… bueno, pues a pesar de eso, de personajillos nada.)

Otra cosa es que, como cualquier persona con altas responsabilidades religiosas, políticas o aristocráticas, tienen su biografía repleta de textos como los que señalas: auténticos ladrillos glosando tal o cual figura, por motivo de homenajes, canonizaciones, jubilaciones, fallecimiento o incluso muerte. Todas son de «herramientas», «cortar» y «pegar». Más o menos de celofán, más o menos encendidas, más o menos laudatorias. Si el homenajeado es un notas, tipo beatificación del Gitano Ríííchal, el de la fregoneeeta, pues se dice algo asín como «En las palabras del Ríííchal hemos advertido la vibración del espíritu encendido y generoso de la etnia gitana, nacida en este tiempo nuestro como expresión de la perenne juventud de la Iglesia (…). Consideramos con paterna satisfacción cuanto el Ríííchai ha realizado y realiza por el Reino de Dios; el deseo de hacer el bien, que lo guía; el amor encendido a la Iglesia y a su Cabeza visible, que lo distingue; el celo ardiente por las almas, que lo empuja hacia los arduos y difíciles caminos del apostolado de presencia y de testimonio en el Carreful con su fregoneta». (Carta manuscrita al párroco del barrio de Los Palominos). Y a por otra cosa, mariposa.

Si es un personaje que se presenta con coros, miles de tribus con kit de canonización- abanico, silla, parasol, misal, gorra y disident- pues se le dan un poco más de incienso, loa y pomposidad: ¡¡¡LAUDAT JERUSALEM!!!

En la carta de contestación que Don Fernando, de parte de Don Álvaro, le envía a Topex hay un momento de esos de «cortar y pegar», cuando le escribe «El Padre se apoya en ti, en tu oración, en tu trabajo santificado y en la labor apostólica que realizas. Continúa encomendado sus intenciones.»… Porque no tendría tiempo aquel día Don Fernando, pero podría seguir escribiendo «en tu deseo de hacer el bien, que te guía; el amor encendido a la Iglesia y a su Cabeza visible, que te distingue; el celo ardiente por las almas, que te empuja hacia los arduos y difíciles caminos del apostolado de presencia allá donde estuvieres doquier».

En fin, algo se ha mejorado. Mejor eso que no lo de Bonifacio VIII: «prefiero ser un perro que un francés». Muy diplomático, Boni. O Sixto V que comisionó a cuatro reconocidos arquitectos la reparación del puente: «Fabricio», que une la única isla del Tiber, con tierra firme. Durante el trabajo, los arquitectos reñían constantemente, por celos profesionales. Sixto estuvo disgustado con su actitud, todo el tiempo. Al terminar la obra, los cuatro constructores fueron castigados.

El Papa mandó que los decapitaran, en el mismo puente.

Mandó esculpir en piedra, la efigie de los cuatro pendencieros arquitectos. Y colocarla en cada esquina del puente. Ahora ese lugar es llamado: «Puente de las cuatro cabezas».

Los constructores que trabajaron para el Papa en adelante, ya no sintieron celos profesionales. Cero de celos delante del Papa. Por eso, a Sixto V, se le considera como: «El santo patrón de los constructores.» ¡¡¡Qué majete el Sixto!!!

En la edición en idioma español de L’Osservatore Romano, de fecha 16 de agosto de 1996 se lee la siguiente bendición Apostólica.

«Saludo, cordialmente, a las personas de lengua española que están presentes aquí, especialmente a las religiosas de la Congregación de ‘Santa Teresa de Jesús’ y LOS GRUPOS ESPIRITUALES DE LA ‘VERDADERA VIDA EN DIOS’. Les deseo a todos ellos un verano espiritual que les ayude a reafirmar su promesa Cristiana, para que su generosa respuesta a Dios pueda ser testigo de Su Amor en el mundo. Les doy, con afecto y para todos sus seres queridos, la bendición Apostólica».

¿Quiénes son los GRUPOS ESPIRITUALES DE LA VERDADERA VIDA EN DIOS que son tan generosos en sus respuestas a Dios?, pues son unos grupos fundados por una señora que se llama Vassula, vidente muy conocida. A ésta Jesús le coge la mano y escribe por ella; una de sus obras más conocidas es la Verdadera Vida en Dios. Vassula es ortodoxa, no católica. Además su biografía es algo chocante para una mentalidad como conservadora, pues en 1966 se casa por la Iglesia Ortodoxa, unión de la cual nacen dos hijos. En 1980 se divorcia y 6 meses más tarde, el 13 de julio de 1981 se casa con Per Ryden, luterano sueco que es su actual esposo. Es en esta situación cuando empiezan las manifestaciones místicas. O sea, que es ortodoxa, se divorcia a los catorce años de matrimonio, con dos criaturas, y se ajunta con un luterano en seis meses y, encima, sueco. Y luego, venga, a manifestarse Jesucristo con las manos de Vassula escribiendo a troche y moche… ¡Hombre, podía haberse manifestado con una persona un pelín más normal, o más de perfil tipo como una pastorcita, una monjita o una agregada viuda, por ejemplo.

Vassula también tiene Bendición del Santo Padre, Ferrán. Narra un sacerdote católico que le entregó al Papa el libro de Vassulla y le comentó: «Ella se lo dedicó a usted». Con un cálido y sincero interés, el Papa miró el libro, lo abrió y vio el saludo de Vassula y luego, dijo: «Gott segne sie»: «Que Dios la bendiga». Hizo la Señal de la Cruz sobre el libro. Después, se lo entregó a Monseñor Mietec, quien recoge los regalos, para que el Santo Padre los vea, después de la audiencia. 14 de febrero de 1998″.

Bueno, eso es lo que se piensa él, para mi que el tal Monseñor Mietec, nada más terminada la audencia, lanzó el libro por la ventana a la piazza del Vaticano: dijo «por el Papa, por la Iglesia y por sus vinos… ¡¡¡a tomal pol saco el libro!!!». Y lo tiró.

Ya ves como está el patio. Vamos que, aunque la Iglesia no me obliga, a mi y a ningún católico, a dirigirme a determinados santos o a hacer de esas figuras una parte importante de mi fe -la Iglesia permite el culto pero no lo impone-, pues entre Vassula y San Josemaría me quedo con San Josemaría. A mi eso de que las manos se muevan solas me da mucho yuyu. Le pasa a La Piedra y me da algo: me hago pastor luterano sueco de Arriba del Norte.

Una más, Ferrán. Te envío un prospecto de un nuevo juego que ha salido a la venta. Se llama «Ego Sum». Puede ser una buena idea para que se haga con San Josemaría, o los futuros santos de la prelatura, que se contarán por miles. Se trata el «Ego Sum» de un videojuego para que los niños busquen a Jesús en la Palestina del año 30. Y continúa.

«Ego Sum es un juego de aventura gráfica en tres dimensiones, del tipo «entrar en sitios, explorar lugares, hablar con personajes, coger objetos». El Papa Juan Pablo II ha otorgado una bendición a quienes se aventuren a jugar una partida. Los niños que jueguen a Ego Sum, entre 7 a 14 años, se identificarán con su protagonista, un chaval que, después de un concierto del grupo católico Arca de Noé (primer puesto de música general en Polonia con 500.000 ejemplares vendidos de su primer disco) entra en una iglesia y se ve transportado a Palestina, año 30, donde su Ángel de la Guarda le anima a buscar a Jesús. En su búsqueda hablará con el Zebedeo, los pescadores de Tiberíades, la samaritana, y otros personajes que conocen al Maestro o le han visto, oído, etc.»

Se puede hacer lo mismo pero, no sé, que el chaval se encuentra después de un concierto de la tuna del UNIV -último puesto del festival David con «la pesca submarina»- con un joven numerario apóstol que le transporta a Barbastro y de allí a Logroño -si se queda mucho tiempo en la casilla de la nieve con los pies descalzos dibujados en ella se resfría y debe guardar cama (pierde puntos) y de allí a Zaragoza… Y asín. Conoce Encarnita Ortega, pasa los Pirineos y charla con el depravado Fisac, saluda a Isidoro Zorzano y le corta él mismo -sí, sí, el chaval- el pelo al cero porque viene su prima, la de Zorzano, y le tiene que salvar de caer en locuras del corazón, lo mismo que con Don Álvaro en Berga durante la mili (no lo quitéis, orejas, el pueblo se llama así) cuando una niña bien del pueblo trata de seducirle, pero nuestro niño interactivo le anima a que de no siga por allí y le dice que muy lejos el Padre le está encomendando porque algo se huele… Por supuesto cada partida que se juegue, y no sólo una, tiene bendición del Papa. Faltaría más.

Bueno, es una idea. Si vale, pues vale, si no, pues nada.

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ARGUMENTUM AUCTORITATIS

Aliquando bonus dormitat Homerus (Horácio, Ars Poetica 359).

Antrax (25-7-2004)

Ilustre y docto Ferrán Arizcun:

Los pontífices y los Concilios también meten la pata. El hecho de que diversos documentos pontificios ensalcen y glorifiquen al Opus Dei y a su fundador no implica que aquello vaya a misa, como se suele decir. El argumento de autoridad es insuficiente, como probado queda por la Historia. No quiero decir que siempre metan la pata, pero, ya ves, de vez en cuando me parece que sí.

En lo que a mi respecta, discrepo profundamente de los asertos contenidos en los textos que citas; al menos, me muestro escéptico sobre el particular. Estoy en mi derecho.

A continuación trascribo algunos textos papales y conciliares de complicada digestión. Unos son claramente objetables, otros me parecen absurdos y hay unos cuantos que rozan lo demencial. Con toda seguridad cabría reunir una antología de textos eclesiales sabios y excelentes, pero hoy no toca. Tal vez otro día.

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Los papas, como Jesús, son concebidos por sus madres al ser cubiertas por el Espíritu Santo. Todos los papas son una especie de hombres-dioses, con el propósito de ser más capaces de servir las funciones de mediadores entre Dios y la humanidad. Todos los poderes del cielo y de la tierra les son concedidos.» [Papa Esteban V, siglo IX]

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Inocencio, Obispo, Siervo de los siervos de Dios, para eterna memoria

… Por cierto que en los últimos tiempos llegó a Nuestros oídos, no sin afligirnos con la más amarga pena, la noticia de que en algunas partes de Alemania septentrional, así como en las provincias, municipios, territorios, distritos y diócesis de Magancia, Colonia, Tréveris, Salzburgo y Bremen, muchas personas de uno y otro sexo, despreocupadas de su salvación y apartadas de la Fe Católica, se abandonaron a demonios, íncubos y súcubos, y con sus encantamientos, hechizos, conjuraciones y otros execrables embrujos y artificios, enormidades y horrendas ofensas, han matado niños que estaban aún en el útero materno, lo cual también hicieron con las crías de los ganados; que arruinaron los productos de la tierra, las uvas de la vid, los frutos de los árboles; más aun, a hombres Y mujeres, animales de carga, rebaños y animales de otras clases, viñedos, huertos, praderas, campos de pastoreo, trigo, cebada Y todo otro cereal; estos desdichados, además, acosan y atormentan a hombres Y mujeres, animales de carga, rebaños y animales de otras clases, con terribles dolores Y penosas enfermedades, tanto internas como exteriores; impiden a los hombres realizar el acto sexual y a las mujeres concebir, por lo cual los esposos no pueden conocer a sus mujeres, ni éstas recibir a aquéllos; por añadidura, en forma blasfema, renuncian a la Fe que les pertenece por el sacramento del Bautismo, y a instigación del Enemigo de la Humanidad no se resguardan de cometer y perpetrar las más espantosas abominaciones y los más asquerosos excesos, con peligro moral para su alma, con lo cual ultrajan a la Divina Majestad y son causa de escándalo y de peligro para muchos.

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… en virtud de Nuestra autoridad Apostólica, decretamos y mandamos que los mencionados Inquisidores tengan poderes para proceder a la corrección, encarcelamiento y castigo justos de cualesquiera personas, sin impedimento ni obstáculo algunos, en todas las maneras, como si las provincias, municipios, diócesis, distritos, territorios, e inclusive las personas y sus delitos, hubiesen sido específicamente nombrados y particularmente designados en Nuestras cartas.

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BULA DE INOCENCIO VIII

Para solucionar este mal, los socialistas, atizando el odio de los indigentes contra los ricos, tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes, estimando mejor que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por las personas que rigen el municipio o gobiernan la nación.

Creen que con este traslado de los bienes de los particulares a la comunidad, distribuyendo por igual las riquezas y el bienestar entre todos los ciudadanos, se podría curar el mal presente. Pero esta medida es tan inadecuada para resolver la contienda, que incluso llega a perjudicar a las propias clases obreras; y es, además, sumamente injusta, pues ejerce violencia contra los legítimos poseedores, altera la misión de la repûblica y agita fundamentalmente a las naciones…

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De esos deberes, los que corresponden a los proletarios y obreros son: cumplir íntegra y fiélmente lo que por propia libertad y con arreglo a justicia se haya estipulado sobre el trabajo; no dañar en modo alguno al capital; no ofender a la persona de los patronos; abstenerse de toda violencia al defender sus derechos y no promover sedicciones; no mezclarse con hombres depravados, que alientan pretensiones inmoderadas y se prometen artificiosamente grandes cosas, lo que lleva consigo arrepentimiento estériles y las consiguientes pérdidas de fortuna (León XIII. De Rerum Novarum )

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Más aún prometo y declaro que, cuando la oportunidad se presente, haré la guerra sin descanso, secreta y abiertamente, contra todos los herejes, protestantes y liberales, como se me manda que haga, y que los extirparé y exterminaré de la faz de la tierra entera, y que no dejaré en pie a nadie, sea cual sea su sexo, edad o condición, y que colgaré, mataré de hambre, herviré, desollaré, estrangularé y enterraré vivos a esos infames herejes; desgarraré los estómagos y los úteros de sus mujeres y aplastaré las cabezas de sus niños contra la pared, para aniquilar para siempre su execrable raza.» [Papa Pablo III, 1576]

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Decretamos y ordenamos que desde ahora, y para siempre, los cristianos no deberán comer o beber con judíos; ni admitirlos a fiestas, ni cohabitar con ellos, ni bañarse con ellos. Los cristianos no deberán permitir que los judíos tengan honores civiles por encima de los cristianos, o que ejerzan un cargo público en el Estado. Los judíos no podrán ser mercaderes, cobradores de impuestos, ni agentes de compra o venta de los productos y bienes de los cristianos, ni sus procuradores, contadores o abogados en asuntos matrimoniales, ni obstetras; ni podrán asociarse con cristianos. Ningún cristiano puede dejar o heredar nada en su testamento a judíos o a sus congregaciones. Se prohíbe a los judíos erigir nuevas sinagogas. Están obligados a pagar anualmente una décima parte de sus bienes y posesiones. Contra ellos los cristianos pueden testificar, pero el testimonio de judíos contra cristianos no tendrá, en ningún caso, valor alguno. Todos y cada uno de los judíos, de cualquier sexo o edad, deben vestir y usar en todas partes la vestimenta distintiva y las marcas conocidas por las cuales puedan ser distinguidos de los cristianos de forma evidente. No podrán vivir entre cristianos, sino en una cierta calle, separados y segregados de los cristianos, fuera de la cual no pueden bajo ningún pretexto tener casas.» [Papa Eugenio IV, 1442, Bula Pontificia, V, 67]

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Se propuso una vez que todas las doctrinas religiosas deberían ser libres y sus ceremonias ejecutadas en público. Nosotros los católicos hemos rechazado este artículo como contrario a la ley canónica católica romana.» [Papa Pío VII, 1808]

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«Es ilegal demandar, defender o conceder libertad incondicional de pensamiento o de palabra, o de prensa, o de culto, como si éstos fueran derechos que la naturaleza le ha dado al hombre.» [Papa León XIII]

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VII. Que el clérigo cuya mujer pecare, tenga potestad de castigarla sin causarle la muerte, y que no se siente con ella a la mesa. Se tuvo por bien que si las mujeres de los clérigos pecaren con alguno, para que en adelante no puedan pecar más, sus maridos puedan, sin causarles la muerte, recluirlas y atarlas en su casa, obligándolas a ayunos saludables, no mortales, de tal modo que los clérigos pobres se ayuden mutuamente si acaso carecen de servidumbre, pero con las esposas mismas que pecaron, no tomen ni tan siquiera el alimento a no ser que, hecha penitencia, vuelvan al temor de Dios. (Concilio de Toledo I)

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Quien pues, desde el rango de obispo al de subdiácono, engendre hijos en execrable matrimonio, sea con mujer libre o con esclava, debe ser canónicamente castigado. Los niños nacidos de esta mácula no sólo no podrán recoger la herencia de sus padres, sino que pertenecerán de por vida como esclavos a la iglesia a la que sus padres, que los engendraron ignominiosamente, hubiesen estado adscritos. (IX Concilio de Toledo Can. 10)

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Errare humanum est.

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Sobre las citas de los Papas.

Hormiguita (25-7-2004)

Querido Ferran,

¿Sabias que Jesucristo también se deja poner en manos de fanáticos? Se dejó poner en manos de un traidor, de unos fariseos hipócritas, y de soldados despiadados. A lo largo de la historia se han repetido estas situaciones.

Los comentarios de los últimos Papas que citas en tu carta, son secundarios comparado con lo que Cristo haría hoy con el opus dei.

En primer lugar, se interesaría por el sufrimiento que ha causado la obra en muchas personas. Sufrimiento que Cristo sabe ver, porque se le hace a El también. El dolor de muchas personas se desprende de estas páginas. No sé si tu fondo interior sabe percibirlo, ojala lo hayas leído en los muchos testimonios.

En segundo lugar, Cristo recriminaría abiertamente -como hizo a los fariseos- una manipulación de la religión, o mejor dicho de las conciencias. Experiencias no faltan.

En tercer lugar, Cristo recordaría que con la apariencia que tiene el opus de rico, está destruyendo el mensaje de su evangelio. Tantos centros en las zona altas, ¿crees que son obra de su evangelio? Centros cuyo fin es captar personas jóvenes persuadiéndoles de una vocación divina. Las vocaciones divinas no vienen con secretismos y manipulaciones.

Cristo les hablaría a los Papas de las experiencias dolorosas que testimonian prácticas condenables en el opus dei. Entre otras, un fanatismo que desvirtúa la caridad al projimo. Pregúntale tu mismo. Te lo sugiero porque creo que tienes fe.

Para acabar, y por darte unas reflexiones mas, te remito a un escrito contestando a José A. Botella, el día 20-05-04.

En fin, Ferran, gracias por enviar las citas de los Papas, pero me vale mas la experiencia de Cristo. Las aportaciones de esta Web son una ganancia para la Iglesia. Aunque la obra no lo vea así.

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Deje su dañina ironía.

Mystique (25-7-2004)

Estimado Ferran Arizcun:

No me causó la menor gracia su comentario:

«¡Cuánto me alegra saber que hay personas que de verdad tienen las ideas claras! ¡¿A dónde iríamos con personajillos de tan poca talla y categoría como los que a continuación escriben?! …Juan Pablo II…, Juan Pablo I…, Pablo VI…, Beato Juan XXIII…».

Me parece que ni la burla perdona. Pone entre la espada y la pared a las personas católicas creyentes de la web. Independientemente de motivos (y disculpen la posible siguiente herejía) y errores en que puedan caer los Papas en parte de su predicación, es de pésimo gusto jugar irónicamente con el pensamiento y creencias de muchos exmiembros que escribimos aquí.

¿Por qué? Porque seguimos siendo católicos practicantes, y nos resulta repugnante que usted califique de «personajillos de tan poca talla y categoría» a nuestros Pontífices.

Que el Opus Dei tenga sus errores (eso lo digo con fundamento en hechos y vivencias) y -repito- que incluso los Papas prediquen lo contrario (que muchos motivos podrá haber para ello), no quita nada de verdad a las acusaciones reales sobre los problemas de la institución que en esta página quedan al descubierto. Pero de ahí a que usted nos quiera ver la cara, jugando un doble juego (lobito en carne de oveja) como intentando dar la razón a los que están «contra» (entrecomillado porque no es así) el Opus, como si estuvieran contra la prédica Papal, es una soberana estupidez.

Ojalá lo considere y deje su dañina ironía para jugar en otro lado.

Atentamente,
PD saludos a todos los demás y disculpen mi enfado.

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ARGUMENTOS DEMAGÓGICOS.

Jose_Antonio (25-7-2004)

Querido Ferrán Arizcun:

En el centro de estudios coincidí con un Arizcun del que guardo buen recuerdo. No sé si seréis familia.

Me encanta que nos leas… incluso que nos escribas… me llena de satisfacción que sepas que estamos aquí… Y que sepan todos los Arizcun de la opus de Dios que muchos de los que nos fuimos estamos aquí dispuestos a ayudarlos… y a contar la verdad de lo que ocurre dentro de esa institución, para que se entere hasta el Papa. Lógicamente esto llevará su tiempo… porque el opus se ha ocupado de dar buena imagen en el Vaticano… pero todo llegará… se ha hecho mucho daño y cada vez somos más los que lo denunciamos…

Si algún día se te cae la venda de los ojos y necesitas ayuda para salir… o si de pronto un día te dicen que tienes que irte porque se han dado cuenta de que no tienes vocación… cuenta con nuestra ayuda…

Ferrán, te entiendo porque yo fui de la opus (yo fui tú) y cuando yo era numerario argumentaba como tú… porque, como tú, sólo tenía acceso a la sesgada información que me proporcionaba la opus…

Incluso llegué a escribir artículos en un periódico local, aprovechando los semestres de verano en Teruel… porque había que escribir -ya sabes, el apostolado de la opinión pública– y se organizó por los directores una especie de concurso en el que ganaría el que publicase más artículos en un mes sobre cierto tema… Así que un montón de numerarios teledirigidos nos pusimos a escribir… sobre el tema preestablecido por los directores y con la bibliografía prevista por los directores… Por supuesto, debía parecer algo espontáneo…

Prácticamente hice lo que tú has hecho… copiar algo de las fuentes que me suministraron y añadir algún comentario personal, que seguramente sería tan prepotente y tan chulesco como el que tú has escrito… Salen así cuando uno se cree en posesión de la verdad… lo sé por mi experiencia en la opus.

Por otra parte, dudo que seas el autor del comentario -salvo que seas cura- pues me suena a argumento de meditación de cura-opus cabreado… Me trae recuerdos del cura de mi centro de estudios, en encendidas meditaciones contra María Angustias Moreno y contra otras personas ex-opus que desde el principio de la causa de beatificación del Fundador se ofrecieron para testificar en contra de su canonización.

En cualquier caso, tu comentario es muy del estilo opus, es DEMAGÓGICO y es MENTIRA…

Te diré por qué:

1º) porque pones en nuestra boca planteamientos que no hemos mantenido ni mantenemos (la consideración de que los Papas citados son personajillos de poca talla y categoría)…

ESO ES UNA MENTIRA… porque «eso» es mentir, y «eso» lo has aprendido en el opus… donde creeis que «todo vale» para defender a la institución…

2º) porque los Papas saben del opus lo que el opus enseña a «las visitas»… o sea, sólo algunas habitaciones de la casa… o, dicho con otra comparación, los árboles que impiden ver el bosque que existe tras ellos.

Tú conoces los criterios de que «los trapos sucios se lavan en casa», y que «hacia fuera» sólo se dice lo imprescindible… ocultando lo demás…

NO OLVIDES QUE NOSOTROS ESTUVIMOS DONDE TÚ ESTÁS…

No te quepa duda que si el opus no cambia, la opinión de los Papas cambiará respecto al opus… a medida que vayan conociendo la verdad de lo que ocurre dentro de esa institución…

Incluso puede ser que algún día tú mismo abras los ojos y colabores en el esclarecimiento de esa verdad.

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Iván (25-7-2004).

Para Ferrán Arizcun:

Hace unos días estuvimos cenando cuatro ex miembros de la Obra que sumábamos en total ciento cuarenta y un años (141) en la Obra, con once (11) carreras universitarias… y los cuatro estábamos de acuerdo en la gran capacidad de la Obra para seducir a los demás (incluidos sus miembros) para que nadie pueda ver lo que ella es en verdad; tanto es así que los cuatro tardamos 141 años en descubrirlo.

Como esos papas que citas no hablaban oficialmente sobre materias de Fe o costumbres, es opinable todo lo que dicen.

«Sabe más el tonto en su casa que el listo en la ajena», cuenta un refrán y con él te digo que cuatro ex miembros de la Obra (que ya pueden pensar y razonar con completa libertad, no como cuando se está dentro de la Institución) saben más sobre la «casa» en donde han vivido 141 años que esos papas, a quienes la Obra les ha mostrado lo que ha querido de ella, para seducirles y que así puedan hacer de padrinos suyos, para que los demás (en este caso los papas) tapen de esa manera su incapacidad para contestar a las verdades que les mostramos de lo que la Obra hace y es en realidad. Léete « Reflexiones sobre la verdad» y «¿Se respetan los Derechos fundamentales?» y háblame sobre ello en vez de poner citas de cuatro personas que no han estado dentro de la Obra 141 años, por muy papas que sean.

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Los Papas y la Obra

Jose (26-72004)

Lo malo de lo que escribe Ferran Arizcun sobre los elogios que Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II han vertido sobre la Obra no es que los trate, en una desafortunada ironía, de personajillos sin fuste, no. Ellos fueron (y uno sigue siendo) Papas «y merecen un respeto» (Satur). Ni que provoque la indignación de Mystique («me parece que ni la burla perdona»).

Tampoco lo malo se encuentra en lo que opina Hormiguita: «Los comentarios de los últimos Papas que citas en tu carta, son secundarios comparado con lo que Cristo haría hoy con el Opus Dei». O que «los pontífices y los Concilios también meten la pata» (Ántrax).

Lo malo tampoco está en lo opinable de su criterio al no hablar Ex Catedra, como dice Iván: «Como esos papas que citas no hablaban oficialmente sobre materias de Fe o costumbres, es opinable todo lo que dicen».

Tampoco a mi parecer lo malo de lo afirma Arizcun es la presunta ignorancia de los Papas respecto a la Obra aunque José Antonio le recuerde que los Papas saben del opus lo que el opus enseña a ‘las visitas’, o lo que dice Brian: (eso) «demuestra que de la ignorancia no están excluidos los papas».

Esto no es lo malo, no. Lo malo, lo peor, lo nefasto de lo que Arizcun refleja en su escrito es que esos fueron los POQUÍSIMOS (SI NO ÚNICOS) elogios con que los tres primeros pontífices citados obsequiaron al Opus Dei.

Y, ya metidos en harina, no estaría mal que supiéramos del amor y la alegría que en la Obra se vivía como respuesta a tanto cariño del pontificado. Un ejemplo nos lo trae el que fue Secretario General del Opus Dei en España, Antonio Pérez Tenessa cuando fue elegido Pablo VI (Historia Oral, de Alberto Moncada):

Dice así:

«Recuerdo -cuenta Antonio Pérez- lo que pasó el día de la elección del que luego sería Pablo VI. Yo estaba en Roma porque me había invitado Antoniutti a acompañarle. Incluso me había invitado a entrar con él en el cónclave, lo que no gustó demasiado al padre Escrivá. Se hablaba de Antoniutti como uno de los papables y eso nos confortaba porque él era cardenal protector de la Obra y uno de los eclesiásticos más cercanos a nosotros. Yo, que por fin no entré en el cónclave, volví a casa después de ver la fumata en San Pedro y al entrar, el Padre, en presencia de chicos jóvenes de la Obra, me echó una gran bronca, como si yo hubiera sido el culpable de que fuera elegido Montini. En el fondo se desahogó conmigo de su frustración y puso verde a Montini, acusándole de masón y otras lindezas. Estaba muy excitado y previno que todos los que habían cooperado en esa elección se iban a condenar al infierno.»

¡Cuánto cariño se respira hacia el Vicecristo!.

—oOo—

De la ignorancia no están excluidos los papas.

Brian (25-7-2004)

Amigo Ferrán,

lo que digan los papas de Escrivá y de la obra del opusdei de Escrivá, demuestra que de la ignorancia no están excluidos los papas, por muy buena voluntad que tengan. ¿Han sido numerarios o agregados?, ¿han vivido en un centro de la obra?, ¿han dejado llevar su dirección espiritual por un miembro laico a la que se subordina la del sacerdote? (vademecum de sacerdotes), ¿han sufrido años de tertulia? ¿Han pertenecido a un consejo local? ¿Han escrito informes sobre la vida interior de los miembros que tenían a su cargo? ¿Han estipulado las vocaciones que cada centro debería aportar en cada curso? ¿Han visto hasta la saciedad las tertulias filmadas del fundador, por afán proselitista o porque era el cumpleaños de uno del centro que a raíz del ‘premio’ estuvo a punto de cortarse las venas pero que en el último momento decidió dejárselas crecer? Lo mismo que decía Sto, Tomás «nadie puede amar lo que no conoce», se puede decir que «nadie puede hablar de lo que no conoce». Y la obra del opusdei de Escrivá sólo la conocemos los miembros y los exmiembros. Por poner un ejemplo, nadie puede hablar de lo que se siente al pisar la superficie de la Luna, si el 20 de julio de 1969 no era el mismo Neil Armstrong. Así que puedo asegurar y aseguro que NADIE, sea papa, sea ingeniero de Minas, sea agente de seguros, sea modistilla o sea un señor de Murcia, de Polonia o de Wayoming, puede saber lo que es el opusdei si no ha pertenecido al opusdei como numerario o como agregado. Y aún así, tampoco lo sabrá muy bien. Y me remito al escrito de Satur: ¿Alguien sabe qué es el Opus Dei? porque el opusdei es un enigma que tendrá que investigar la NASA, por lo menos.

Y para terminar, está muy bien que se recuerde lo que han opinado diferentes papas sobre la obra del opusdei. Pero ¿habran sabido lo que Escrivá pensaba de ellos? De Juan XXIII, decía que era «un patán, que provenía de una familia de campesinos» (no como él que ¿procedía de la Casa de Alba?); de Pablo VI, decía que era «masón». De Juan Pablo I y II no pudo decir nada porque murió antes de calificarlos y etiquetarlos. Pero no hay duda de que si apoyaban la obra del opusdei, hubieran sido «la salvación de la Iglesia», como así ha sucedido con Juan Pablo II (el opusdei quiere al papa no porque sea el papa, sucesor de Pedro, sino porque le cae bien el opusdei).

Y para terminar de verdad, una pregunta: ¿por qué Juan Pablo II no ha beatificado a Monseñor Romero? Con los cientos de personas que ha beatificado o canonizado, ¿qué más da uno más cuando se lo están pidiendo a gritos los guatemaltecos y representantes religiosos y simples fieles de todo el mundo? Pero no, Monseñor Romero, asesinado mientras decía Misa y denunciante constante de las injusticias de los más desprotegidos, esos llamados por Jesucristo «los desheredados de la tierra», no se merece ese honor. No importa, porque él no lo querría, (Krishnamurti decía y estoy con él que no hay mayor soberbia que querer ser santo), pero ¿a quién sirve el papa? Recomiendo leer el primer capítulo en el apartado de Óscar Romero, del libro «La fabricación de los santos» de Kenneth L. Woodward (responsable de los temas religiosos de la prestigiosa revista Newsweek).

Bienponderado y bienhallado Ferrán, que te sea leve tu paso por el opus.

Adiossssssss hawaiiiiiiii.

Saludos,

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CarmenCharo (26-7-2004).

Querido Ferran,

Yo también quise contestarte ayer, pero me alegro de no haberlo hecho porque me parece que todas las respuestas que recibiste fueron sencillamente geniales y brillantes, muy brillantes. Todos: Satur, Antrax, Hormiguita, Mystique, Jose Antonio, Brian e Iván.

Desde luego, esta página es genial y hay gente de una categoría increíble, categoría moral, intelectual, literaria… Cada quien tiene su estilo, sus capacidades, su punto de mira, pero de todos se aprende muchísimo.

El único fallo es que no dispongamos de una pantalla para ver la cara, por ejemplo, la tuya ayer, al leer las fantásticas respuestas que recibiste. Creo que has conseguido exactamente lo contrario de lo que esperabas. Hasta los gatos se han convencido de que tus argumentos no se sostienen, pero como ya conocemos, porque hemos vivido en él, lo ciego que es el fanatismo, creo que tú aún no te habrás convencido de nada. Al contrario, lo propio del fanático es que no razone y deje crecer en su interior la rabia por sentirse contrariado.

Te doy las gracias porque con todos los argumentos que ayer pudimos leer acerca de lo que es realmente la Iglesia, los errores de los Papas y las mentiras de la obra, hoy, yo por lo menos, tengo más claridad, aunque tampoco tuviera ninguna duda.

Ferran, como te decía José Antonio, si abres los ojos, aquí estaremos para ayudarte.

Yo también conozco a una hermana tuya, fantástica mujer, con una grandísima capacidad de hacer agradable la vida a los demás. Espero que pueda ser verdaderamente libre y que se sienta muy feliz donde haya elegido vivir. ¡Aunque con tanta tuerca y contratuerca es difícil ver que hay una vida más allá de la obra!

Un abrazoexopus.jpg

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