Perlas

En esta sección iré incluyendo los libros, escritos o fragmentos de textos que vaya encontrando y que considere interesantes.

Ivan de ExOpus

Última actualización 2-II-2009

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A pesar de que en el libro Cómo combatir las técnicas de control mental de las sectas no se habla nunca de la Obra, siempre tendré una deuda de gratitud con él, puesto que gracias a sus palabras se me abrieron los ojos para ver las fuerzas que mueven al Opus Dei desde la sombra, y en él también encontré el porqué me fue imposible descubrirlas durante 35 años. Por ello le coloco en un lugar privilegiado entre los libros que recomiendo en mi Blog.

Deseo que a ti también te ayude, y que Dios bendiga a Steven Hassan.

Ivan de ExOpus

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Antes de empezar a ir [a un club del Opus Dei], mi vida interior y mi relación con Dios eran muy ricas y muy cercanas y durante aquellos dos años había empeorado por tanto sentimiento de culpabilidad por no poder cumplir con las muchas exigencias que me imponían. En vez de facilitarme las cosas me las estaban empeorando y puedo decir que ese es el mayor daño que me produjo, el que sufrió mi vida interior (Como se fragua un suicidio y, de paso, mi historia. Fein).

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Los directores/as dicen, informan, comentan, sobre supernumerarios/as: que si el marido bebe, que si la mujer es loca (para algunos de ellos –curas y laicos- todas las mujeres están locas y lo dicen tan campantes); que si fulanito se “inspira” viendo películas porno; que si la mujer de otro lo engañaba y a escondidas tomaba anticonceptivos; que si son estériles; que el marido es impotente; que tienen un hijo homosexual; y hasta que si se lió con la vecina o el vecino (con nombre y apellido del tercero/a en discordia); o está enamorada del párroco (con nombre y apellido del religioso en cuestión), etc. etc. La obsesión por los temas sexuales llega hasta la pornografía (eso sí, “por el bien de la Obra”. No por el bien de las almas o la Iglesia, que sería igual de reprobable; sino por “el bien de la Obra”, palabras mágicas con las que justifican cualquier inmoralidad). (Argentina: una labor en caída libre II. Segundo.)

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Ellos [los del Opus Dei] son maestros en ganarse la confianza de la gente, hacerte ver que puedes confiar plenamente en ellos. Pili Urbano ha aplicado la receta del «apostolado de amistad y confidencia». Trabajan a la persona, pelotean, imitan el interés sincero por el otro. Y una vez que les abres el corazón te clavan el puñal. Estoy segura de que la Urbano ha desviado el sentido y las palabras de doña Sofía. Sin yo ser reina he sufrido eso mismo en mi vida: la deformación y manipulación de mis intenciones, palabras y actos. Si la reina se defendiera rectificando lo que en el libro ha sido quitado, añadido, ladeado ¿qué dirá el opus?

Esta es la adivinanza que propongo. Y no es difícil (La reina traicionada. Ana Azanza).

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Las instituciones religiosas no necesitan ejércitos ni constituciones ni siquiera estados. Pero hay algo de lo que no pueden prescindir jamás: «los mitos» (Reflexiones a las orejas del burro Felisario, pág, 20. Enrique Pérez Amez).

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Me doy de baja. Alfonso Ussía, Época, 2 marzo, 1992.

Soy cristiano, y católico, apostólico y romano, y creo en Dios, y en Él espero, y en Él sufro, y en Él gozo, y en Él vivo, y en Él, el día que Él estime conveniente, moriré. Pero ni mi fe, ni mi esperanza, ni mi sufrimiento, ni mi alegría, ni mi vida, ni mi muerte, pertenecen a otros que no sean Él y yo. Le debo muy personales y viejas disculpas a un maravilloso hombre equivocado en sí mismo, completo en sí mismo, atormentado en sí mismo, magnífico en si mismo. Me refiero al padre Llanos, el «cura rojo», el jesuita que nunca abdicó de Dios y fue valiente con sus principios de hombre. Eso es un cura, eso es un religioso. Yo soy un elitista, una puñetera porquería. El «cura rojo», fascista, franquista, elegido por la hipocresía, fue un cura hipócrita. Pero un día rompió su corazón por otros corazones, y bajó a la mugre, y presidió la mugre, y se alzó contra la injusticia social, y se hizo comunista, porque no hay cura que en Dios crea que no haga lo que el padre Llanos protagonizó cuando se conoce, de cerca, la miseria. Pobre, tonto, romántico y contradictorio militante de la materia sin Dios. Arrogante, estupendo, auténtico cura de la desesperanza.

Y mientras él se entierra, «el otro» se eleva. Y yo me pregunto: ¿cómo es posible que todo siga su curso? ¿Cómo se puede admitir que la más cursi nube del supuesto Cielo, la más rica nube del supuesto Cielo, la más elitista nube de ese Cielo -a partir de ahora, con minúscula- se adueñe de la inteligente frialdad de la Iglesia? El santo de los pobres y el «santo» de los millonarios. El jesuita que se equivocó sin ira, y el irascible señorito de los señoritos juntos con el mismo Dios. No, no y no. Dios no se tambalea tanto. Dios no erige cruces de piedras preciosas, ni Dios gustaba de la colonia «Atkinsons», ni Dios besaba más veces a los ministros que a los directores generales, ni Dios pagó lo indecible para ser marqués, ni Dios buscó en los poderosos la consistencia de su mensaje, ni Dios trucó su origen y apellidos, ni Dios admitió la soberbia y la vanidad. Dios, mi Dios, es otro. Y está más cerca de mi pobre y equivocado padre Llanos, que de mi nada pobre y tremendo marqués de Peralta. Que después de 20 siglos de poder omnímodo y soberbio, no sirve afirmar que «doctores tiene la Iglesia». Los doctores de la Iglesia se han movido -y Dios permanece-, más por los intereses que por la justicia. Que no es cierto que la Iglesia acierta cuando lo decide, porque la Iglesia es un compendio, histórico y social, de vergonzosa corrupción. Que miles de millones de pesetas se han dedicado e invertido para alcanzar la beatificación del marqués de Peralta. Que el proceso y expediente para la tal beatificación ha estado en manos de personas ligadas a la secta privilegiada fundada por el marqués. Que no, que no y que no. Que creo en Dios, y en Él espero, y en Él sufro, y en Él vivo, y en Él, el día que estime conveniente, moriré. Pero sin oros y obsesiones farisaicas; sin plata ni chantajistas y estoy seguro que en la nube más alta y más humilde de la realidad de lo trascendente, estarán los auténticos perfiles del sufrimiento, y que la hipocresía de los poderosos, el dinero de los ricos, el poder de los intolerantes y la vanidad de los elitistas, no tendrá lugar de privilegio en los ámbitos de la verdad. Porque lo que ahora ocurre, y sucede, y pasa, es de vergüenza. Por eso, adorando a Dios, me doy de baja de esta Iglesia crepuscular y jerezana.

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Los santos tienen sus especializaciones. Santa Rita es abogada de los imposibles. San Blas es particularmente adecuado para las dolencias de garganta, nariz y oídos. San Antonio ayuda a encontrar novio a las jóvenes casaderas, especialmente a las no tan jóvenes. ¿Ayudará a la duquesa de Alba a encontrar un novio que la lleve al altar? Santa Bárbara protege en las tormentas de rayos y truenos y vela por los mineros. La especialidad de San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás a mi modo de ver es la rehabilitación de títulos nobiliarios y apellidos de prosapia. En eso incluso ha hecho milagros en vida. Sin tener derecho alguno logró rehabilitarse en el marquesado de Peralta. Y eso —decía [él]— no le ocasionó ningún gasto al Opus Dei (Las santidades en el Opus Dei. Gervasio).

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Se que la Orden a la que pertenecen los frailes del cole de mis hijos NO tienen marcada indicación alguna para su dirección espiritual. Es más, no están obligados a TENER OBLIGATORIAMENTE dirección espiritual. Responden ante su prior y su conciencia de su vida en comunidad y en «sociedad», pero con unos márgenes de libertad muuuy amplios; van al teatro, cine y otras manifestaciones culturales con sus amigos (mixtos ¡ojo!) y familiares, hacen deporte en gimnasios o canchas deportivas, van con sus alumnos-as de excursión e incluso de copas si tercia, y no tienen limitadas sus lecturas en cuanto a autores o temas. Por tener hasta tienen en cada habitación PC con conexión a Internet, dado que se les supone adultos, y como tal, maduros para autocontrolarse los contenidos que quieren-deben consultar.

Es más, hace poco uno de ellos que comentaba que en la sala de Televisión de la Comunidad suelen ver programas de los que los padres solemos protestar por sus contenidos y que a nuestros hijos les encantan, pues si tratan con chavales creen que están obligados a estar informados sobre lo que les gusta y lo que ven.

¿Como controlan la vocación y la perseverancia? Para la vocación confían en la «llamada directa de Dios», sin intermediarios…, aunque eso les reste vocaciones. Para la perseverancia confían en la «fuerza de Dios» sin chantajes…, aunque eso les reste miembros. Eso sí, he sido testigo de como dos frailes que últimamente se han replanteado su vocación siguen frecuentando el Cole para comer con sus ex-compañeros, porque la vocación ha desaparecido, pero la amistad de los años y los trabajos compartidos continúa.

Mi opinión sobre la dirección de conciencias dentro del Opus Dei siempre ha estado clara: yo entré en esta página ante un ataque de proselitismo hacia mi hijo mayor. Siempre he tenido claro que nadie, ni siquiera yo, debe manipular a un ser humano, pero si ese ser humano es menor y mi hijo…, me transformo en Agustina de Aragón. Creo que la última conversación que mantuve con alguien del Club que se dedicaba a llamar a casa fue algo así como «Sra., se va a condenar Ud. y su hijo», a lo que contesté «pues en el infierno nos veremos» (No son consagrados, son prisioneros. Palo).

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Mientras que los aparentes defensores de la «libertad religiosa» (tiene toda la risa del mundo que salgan opus o similares a defender la libertad en la tele), realmente defienden ese catolicismo oficial porque les conviene, porque sacan tajada de él. Porque les llegan millones con el cuento de que son más religiosos y defensores de la fe en un mundo incrédulo. Cuando ellos son los primeros en poner toda su confianza en el poder de este mundo: es decir, demuestran con hechos que no tienen fe aunque en las palabras digan otra cosa (Fe adulta, Ana Azanza).

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La Iglesia Católica, que antaño llenaba de niños sus Seminarios, decidió no hace mucho que nadie podría entrar en religión antes de los dieciocho años. Es un precepto que acomoda la edad vocacional a la mayoría de edad civil. Es también un reconocimiento de que la vida se ha alargado y de que, ya que duramos hasta casi los ochenta años, no hay que tomar decisiones definitivas demasiado pronto. Algunos expertos sostienen incluso que los curas deberían ordenarse ya mayores y casados como en la primera Iglesia, de ahí lapalabra presbítero, etimológicamente anciano, con las pasiones enfriadas y experiencia suficiente para aconsejar a los demás.

Sin embargo los directivos del Opus Dei piensan todo lo contrario y fomentan el que niños y niñas puedan ingresar en la organización a los catorce años y medio. La norma eclesiástica se elude nombrándoles aspirantes aunque ya desde el principio están moralmente comprometidos a una vida muy estricta de pobreza, castidad y obediencia. La decisión ha sido protestada por más de un obispo, como el difunto cardenal Hume de Londres que la prohibió en su diócesis, pero sigue vigente en la praxis opusdeista con la aprobación tácita del Vaticano .

La medida es fruto del fracaso proselitista del Opus en el mundo universitario y se beneficia de un cambio estratégico en la historia de la organización. Al principio Escrivá rechazó con vehemencia tener centros de enseñanza propios. Hoy es la principal actividad de la organización. Los colegios del Opus son elitistas, tienen una ideología ultraconservadora y no son mixtos. Pero, gracias a ellos, consiguen vocaciones. Confesores y profesores actúan de consuno para captar adeptos entre los alumnos, en una especie de olimpiada de pederastia espiritual que les llena de satisfacción. Lo que más ambiciona un miembro del Opus es conseguir reclutar a otros.

La organización mantiene una red paralela de clubs infantiles donde echan también la caña de pescar, un símil que utilizan los del Opus en sus canciones caseras, para conseguir que los niños muerdan el anzuelo (Niños En El Opus Dei, Alberto Moncada).

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El problema no es el espíritu sino la praxis. Como en todo, hay gente mejor o peor, pero mientras que en mi empresa negociamos sobre ladrillos y ponemos o quitamos, en la obra a veces se ha jugado con personas y almas. Hay gente con poder sobre otros que no servirían responsablemente ni para subir ladrillos y hay gente paranoicas-os que gobiernan a golpe de escritos con muchos números pero sin conocer a quienes se dirigen. O lo que es peor quienes se asumen el conocimiento universal del bien y del mal para decidir quién vale y quién no.

No lo digo por decir pues estuve casi siete años en Villa Tevere y veinte más por toda España, y he visto un poco de todo: desde el pensar que todo el que se va es infeliz in aeternum hasta que se van por cierto desequilibrio mental, que incluso se anima a considerar en los últimos momentos. Es curioso pero si todos los que se van es por desequilibrio o maldad o bien no se hace selección, o bien hay una cierta escuela que vuelve locos a más de uno y de veinte mil. Y si hace unos años con cambiar alguna pintura con algunos rostros o esconder algunas fotos bastaba…, con el tiempo me parece que tendrán que asumir que algo pasa. O si no les puede suceder como en algunas empresas o incluso asociaciones donde al que destaca se le corta la cabeza y al final solo gobiernan los constreñidos permanentes que son incapaces de dilucidar salvo el peligro y el obtener resultados (Sobre los últimos dimes y diretes.- Rapelu).

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Todos los pertenecientes a la Obra sabíamos que ésta era una finalidad en sí misma. Nunca oí hablar en términos universales de la Iglesia ni de servicio a los pobres ni de los problemas de la humanidad. La Obra al ser perfecta no tenía necesidad de mejorar en nada ni se tenía que reformar jamás. Aquí estaba todo atado y bien atado (Proselitismo feroz. Blanca Ortiz de las Heras).

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Aunque la institución diga otra cosa, los supernumerarios sólo están para traer plata y criar hijos que puedan pitar [entrar en el Opus Dei] de numerarios (El inconsciente colectivo del Opus Dei. Atomito).

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Si alguien se encuentra en un estado en el que su corazón le grita que debe dejar la Obra, por experiencia personal puedo decirle que lo primero que debe hacer es considerar que sus directores no son sus amigos sino unos fanáticos del Opus Dei, que permitirán y ayudarán a que se muera dentro hecho jirones antes de dejarle abandonar la Obra. Y lo segundo, y como consecuencia de lo anterior, es que la primera obligación de esa persona ante si misma y ante Dios (porque Él si que te ama, tanto a ti como a tu salud) es la de ocultar a los de la Obra sus pensamientos y pesquisas para dejar el Opus Dei hasta que llegue el momento en el que se tengan los recursos necesarios para poderse ir (Psiquiatras Para Perseverar. Minerva).

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La conclusión: cuando los fallos se ocultan no se aprende de ellos y tienen más probabilidades de repetirse (La ventaja de decir “lo siento”, Luís Rojas Marcos).

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Tengo como unas 60 cartas de madres de numerarios del Opus Dei que han desaparecido de sus vidas de una forma inexplicable, y que me dicen que gracias a “Camino” han comprendido que no es que sus hijos no los quieran, sino que están en una espiral de la que no pueden salir… yo, todas esas reacciones me las he tomado como premios (Javier Fesser, guionista y director de la película «Camino»).

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4 Responses to Perlas

  1. feliciana dice:

    Miren, no se y creo que si se dan cuenta de este tema, estos temas que aquie en esta pagina y tambien en opuslibros,se tratan, son gravisimos, pero no veo que se den soluciones,o se proyecte algo que hacer, cuando essta el tribunal de derechos humanos europeo.Alomejor me conocen,a mi hija me la capto el opus dei con recien cumplidos 18 años, nosotros no sabiamos que era esta gentuza, si claro sabiamos que son iglesia esa que nos la han inyectado desde el mismo nacimiento con el bautismo y que antes ahora menos, antes se oia con toda naturalidad y beemencia,no sospechabamos nada de estos hijos———ta,luego seguimos con ellos en relaciòn de amistad hasta que la hicieron escribir esa gelipollez de carta a no se quien, . y digo yo , hasta cuando vamos a estar de floreros con esta gente? cren ustedes que tiene sentido estas paginas si no hacemos nada?Esta muy bien de explayarse uno claro que si, pero esto no son historietas, son vidas truncadas de personas humanas, engañadas por estos hijosssss–ta.Deso nos pongamos todos a una. Y ya en una ocasiòn alguien me dijo que yo primero, eso es un golpe bajisimo.

  2. feliciana dice:

    Vaya , veo que no habéis hecho ningún comentario a mi anterior correo, donde decía , que estoy de acuerdo con estas paginas, todas, .Pero según los testimonios de la gente que escribe, y el mio propio, vamos por ellos, y que no se encubran conque son iglesia, son una secta destructiva,si que esta en todo el mundo, pero como también otras, pero esta se encubre con la religión católica, y estoy segura ,que todos los que escribís, Ivan, Agustina, etc,etc, sabéis que tengo razón.

  3. Feliciana, no publico los comentarios que contienen insultos. Alguno de los suyos los tenían y por eso no los edité.

    Y por supuesto que sabemos que tiene razón, por eso escribimos sobre ello.

    Un saludo

  4. Héctor R. de Argentina dice:

    Hace una hora que estoy leyendo vuestros comentarios y percibo mucho odio, o bronca, o angustia…
    Yo he sido del opus x 6 años y desde hace 20 años que lo sigo desde afuera.
    No me parece algo tan satánico como lo plantean.
    Con vuestro permiso le pido a Dios que les de paz.
    Afectuosamente

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