Opus Dei: Una Fábrica de Inmaduros

enero 23, 2009

nina

OPUS DEI: UNA FÁBRICA DE INMADUROS

Iván de ExOpus

ÍNDICE

  1. La Madurez Humana
  2. Lo Que Quiere El Opus Dei
  3. El Infantilismo En El Opus Dei
  4. La Inmadurez Como Condición Para Ser Del Opus Dei
  5. Inmadurez Para Formar Una Familia
  6. Inmadurez Por Control Intelectual
  7. Inmadurez Por Control De Los Afectos
  8. Inmadurez Por Control De La Conducta
  9. Inmadurez Por Control Económico
  10. Inmadurez Espiritual
  11. La Inmadurez Por Baja Autoestima
  12. Manifestaciones De Baja Autoestima
  13. Inmadurez Y Fobias
  14. Conclusiones

Posterior
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Inmadurez Por Control Económico

enero 23, 2009

nina

OPUS DEI: UNA FÁBRICA DE INMADUROS

IX – Inmadurez Por Control Económico

Iván de ExOpus

La máxima del Opus Dei con respecto al dinero es que hay que traer la mayor cantidad siendo a la vez extremadamente austero en lo personal para retirar lo menos posible, que se traduce en que te han de aprobar cualquier gasto que preveas realizar y que fiscalizan mensualmente a través de la llamada cuenta de gastos: una relación pormenorizada de aquello en lo que has empleado el dinero y que se entrega en los primeros cinco días de cada mes.

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Conclusiones

enero 23, 2009

nina

OPUS DEI: UNA FÁBRICA DE INMADUROS

XIV – Conclusiones

El Opus Dei busca hacer de los suyos clones de su Fundador para lo que selecciona a los que son adolescentes y en adelante les mantiene en el máximo grado de inmadurez que le permite manipularlos sin resistencia. La praxis de la Obra lo hace manteniendo a sus adeptos en un estado de infantilismo interior a través de una acción institucional que provoca inmadurez psicológica, afectiva y espiritual, así como baja autoestima. No es difícil de imaginar que es un medio muy eficaz para crear esclavos psicológicos, pero también, con el tiempo, grandes enfermos, sobre todo de tipo mental.

Es difícil hacer que alguien se reconozca como un inmaduro cuando lo oculta su porte, inteligencia, grados académicos, etc. Puedo entender que algunos o muchos de la Obra que me lean consideren mis trabajos como insultos, sobre todo cuando están hechos a escuchar allí que el Opus Dei es absolutamente perfecto. Pero les pido que recapaciten. Lejos de mí herir a nadie. No les arrojo aisladamente las conclusiones sino que las acompaño con su porqué. Cuando algo negativo se demuestra nunca es un insulto sino un medio para erradicarlo que los sabios de verdad nunca desprecian. Con esa esperanza finalizo este libro.

FIN

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