Reflexiones Sobre El Opus Dei Y Las Sectas (IV)

enero 25, 2007

Varios autores.

Selección realizada por Iván.

Yo pienso que ha llegado un momento en que el tema ya no es la iglesia sí o no, el tema es que hay una organización de mafiosos que con la máscara de la religión católica se aprovechan de todo el que pueden. Lamento decir una vez más en esta página que tantos compatriotas míos navarros reciben su sueldo o sus sueldos de una secta, un dinero acumulado gracias al engaño, al fraude, al escaqueo de todos los códigos legales que nos podamos echar a la cara. La pregunta para mí es ¿hasta cuando va a seguir el OPus con esos truquillos que también le funcionan? (Fuente. Ana Azanza.)

Hace una temporada, navegando, navegando descubrí esta gueb y, casualidades de la vida, yo que también estuve en la secta me siento identificado con vuestra causa.

Hace 27 años que se me ocurrió escribir la carta al amigo Portillo, era 1979 y yo no era más que un pardillo de 15 primaveras, con el cerebro por hacer. Estuve sólo dos años en organización tan maja, haciendo planes, con zapatucos castellanos, besando cruces y diciendo cosas en latín para el cuello de mi camisa y enrepitiendo que se cumpliera no se qué intención espacial del tal Portillo, y también congelándome los cataplines todas las mañanitas. Creo que todo esto hizo que mi edad del pavo fuera más complicadilla de lo normal.

Joeeee¡¡¡, han pasado ya casi 30 años de aquello, creo que me he convertido en una persona tirando a normal, bueno quizá, no sé, en fin.

Las sensaciones con las que me he quedado sobre el opus son muy claras, si alguno de estos individuos/as se acercara a alguno de mis hijos/as acabaría en Carabanchel con total seguridad.

Me parece totalmente ridícula su forma de vida, algo absurdo y que ahora, con unos años más, no consigo comprender. Vale, quieren ser santos, ¿no?. Si eso pudiera conseguirse la lógica más elemental nos llevaría a lograrlo sacrificándose por el prójimo, ¿no?. Me pregunto entonces ¿Estos fulanos se sacrifican por alguien? (excluyo a las pobres de la administración). Se sacrifican, sí, pero… ¿con algún sentido?, ¿para ayudar a algún prójimo?. Creo que lo hacen sólo para ganar puntos con sus superiores y medrar en la institución esa es toda su motivación, nada va dirigido a alguien de carne y hueso salvo para abducirlo y que entre a formar parte de sus huestes momento en que se pasa del capturado en cuestión. No consigo entender que tiene que ver eso con Dios o con cualquier ente superuniversal. Por otro lado el ser santo hoy en día está bastante barato y a los hechos me repito, así que amiguetes/as de la asociación de santitos, podéis bajar el número de jacas culadoiras que acabareis igual en los altares para gloria de, de, bueno de lo que sea (Fuente. Eldelavespa).

Hay derechos que son inalienables, incluso después de haber adquirido la mayoría de edad. Por eso la Iglesia en el CIC declara que los fieles tienen derechos incluso dentro de las instituciones religiosas y libertades como las de escoger confesor, director espiritual y prohíbe que un superior exija a un subordinado la manifestación de asuntos de conciencia. Esto se lo salta el opus -que en esto esta por fuera de la Iglesia Católica- y no es excusa el pretender que el fiel de la prelatura que se asocia a ella renuncia libremente a ese derecho… es que ese derecho es irrenunciable.

Digamos que hay que recuperar el sentido común y pensar que Dios no le puede exigir a uno que renuncie a protegerse de lo que supondría una violación a su dignidad. Por poner un caso extremo, yo no dejaría que un amigo -y menos un hijo mio- de cualquier edad renuncie a defenderse de una banda de torturadores por el simple hecho de que los verdugos le hicieron firmar una carta en la que renuncia a su integridad física y sicológica. Algo análogo es lo que hace el opus dei con personas como la hija de Carmen -y lo que hicieron conmigo- y no por que ella cumpla los 18 años puede renunciar a derechos que la misma Iglesia le reconoce hasta a los religiosos. Es mas en principio esa renuncia ni siquiera esta escrita, pero se graba a fuego en los medios de formación y así es como se hace el daño.

Lo mismo pasa en la legislación laboral, por lo que conozco en mi pais, por poner un ejemplo. Si un jefe lo obliga a firmar un documento donde uno renuncia a sus prestaciones sociales -por ejemplo- y autoriza al jefe a quedarse con los aportes que este debe hacer al estado a nombre de su empleado, eso no protegerá a este jefe ante un tribunal si el empleado reacciona y vuelve a reclamar su derecho. Y lo mismo con muchas cosas mas y estamos hablando del estado, no de la Iglesia que debería ser mas misericordiosa.

Y es que la obra es tan sectaria que hasta se atrevió a hacerle canción a ese renunciamiento violatorio de los Derechos Humanos.

«Tengo el derecho, de no tener ya nunca ningún derecho, ningún derecho, ningún derechoooo.« Todo supuestamente en nombre del amor. Pero el amor no tiene nada que ver con la posesión despótica del ser amado, me atrevo a decir (Fuente. Australopitecus).

Respecto de tu pregunta sobre qué le preocupa al Prelado de la Obra en el plano de la inserción jurídica eclesial de la institución a la que perteneces, te respondería que no soy adivina, aunque te puedo comentar mi opinión. Pero antes de decírtela, me parece que vale la pena detenerse en el hecho mismo de que tú lo preguntes. ¿Te parece normal que en una institución de la Iglesia se pidan oraciones por algo que sólo pueden conocer los iniciados? Esto suena a secta, al modo de actuar las gnosis, donde sólo unos privilegiados son considerados dignos de estar en el ajo de las cuestiones? ¿Esto es propio de una institución que proclama que la intimidad con Dios es para todos por igual? ¿Este secretismo es coherente con aquel tratar a los miembros como adultos, que predicaba el Fundador? (Fuente. Trinity).

Selección realizada por Iván.

exopus.jpg