Iván de ExOpus
Durante los cinco primeros años los del Opus Dei deben renovar su pertenencia “voluntaria” al Grupo cada 19 de marzo (hoy).
En las tres semanas anteriores a esta fecha las presiones de los directores sobre sus encomendados se intensifican para conseguir su aquiescencia forzada. Así, aumenta la presión psicológica, afectiva y pseudoespiritual (falsamente cristiana, ya que Cristo en persona jamás aprobaría al Opus Dei) hasta límites a veces inauditos tanto en los medios de formación colectivos (círculo breve y meditaciones) como en los individuales (dirección espiritual y confesión).
Como consecuencia de ese acoso tan intenso muchos renuevan por un año más.
No los culpo.
La violencia del Opus Dei es demasiado fuerte como para poder reunir la seguridad y voluntad necesaria para resistirse a ella. De hecho yo me plegué a su fanatismo no sólo a estas renovaciones temporales sino también ante la definitiva (la fidelidad). Por tanto sólo puedo sentir afecto y compasión hacia los que ahora se quedan en la Obra durante otro año.
Es terrible ser un esclavo total no sólo sin saberlo sino además creyéndose muy libre.
A vosotros me dirijo: a los que en el día de hoy os plegáis a esa violencia y renováis a pesar de no ser felices en el Opus Dei.
Estoy seguro de que, como me ocurrió a mí, al fin llegará vuestra hora: la de reunir el conocimiento suficiente para entender lo que el Opus Dei oculta y la fuerza necesaria para salir corriendo de allí.
Mientras tanto, recibid todo mi cariño y comprensión.