- Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho.
- Bastaría por remedio ser mejores que los malos.
- No es muy grande el ánimo a quien deleitan cosas terrenas.
- Procuramos olvidar lo que, traído a la memoria, nos entristece.
- Necesarios son nuevos favores de la fortuna para conservar la felicidad.
- Con facilidad se adquiere lo preciso para la vida.
- Doloroso es que comencemos a vivir cuando morimos.
- Necesaria es la experiencia para saber cualquier cosa.
- El valor es siempre ambicioso de peligros.
- Pequeño aparato basta para vivir bien.
- Todos están conformes contra los maleficios.
- Argumento es de ser casta el ser fea.
- No hay nadie tan humilde, que no tenga para dañar.
- Prueba es de virtud el desagradar a los malvados.
- Demasiado pronto muere al hombre para llegar a conocer las cosas inmortales.
- Tenemos en mucho precio los beneficios que hacemos.
- Industria es la aparente simpleza.
- Ajeno es todo lo que nos viene en deseo.
- El que siempre busca grandezas, alguna vez las encuentra.
- Amarga es la pena que nace de vergüenza.
- Mozos fueron primero los que ahora son hombres.
- Más dañosa es la abundancia que viene sobre gran codicia.
- Reino en lugar ajeno no está seguro.
- Más dura la memoria de las injurias recibidas que de los beneficios.
- Extremadísima crueldad es dilatar el castigo.
- Para bien obrar, el que da debe olvidarlo luego y el que recibe, nunca.
- Un amor apaga otro amor, y un temor otro temor.
- No es necesaria la fortuna para sólo subsistir.
- Desde la infancia da señales el ingenio.
- Aunque amor sea virtud, algunas veces perjudica.
- Los demasiados frutos no llegan a madurar.
- Sé útil primero a los demás, si quieres ser útil a ti mismo.
- La sencillez y claridad distinguen el lenguaje del hombre de bien.
- Muy pocos aciertan antes de errar.
- Espera que te hagan a ti lo que tú haces a otro.
- Amor por nuestra voluntad se toma, mas no por voluntad nuestra se deja.
- Debe amarse al padre si es bueno, y sufrirle si malo.
- Tuyo haces el vicio que a tu amigo disimulas.
- El que disputa con un beodo, disputa con un hombre ausente.
- La mala nueva luego se cree.
- Buena es la mujer cuando abiertamente es mala.
- El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere.
- La edad se descubre más cuando se disimula con arte.
- Útil es al joven amar, e indecoroso al viejo.
- La llaga de amor, quien la sana, la hace.
- El que súbito se determina, súbito se arrepiente.
- Muchas veces es valor el conservar la vida.
- La ambición por la honra nunca mira obstáculos.
- Las injurias y los beneficios penden de la voluntad.
- Recibe beneficio el que lo hace al que lo merece.
- Con buena suerte hemos nacido si no la malogramos.
- El beneficio que a todos se hace, a ninguno se hace.
- Siempre el esperar, aunque sea el bien, da cuidado.
- Feliz quien desprecia la fortuna.
- Desdichado es el que por tal se tiene.
- La inconstancia acorta los días de nuestra vida.
- Las buenas costumbres se conforman unas con otras, y por eso duran.
- Doble valor tendrá el beneficio que otorgues sin que te lo hayan pedido.
- Vende su propia voluntad el que recibe ajeno beneficio.
- Dos veces muere el que a voluntad de otro muere.
- Pide ajeno beneficio el que refiere el suyo.
- Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero.
- Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí.
- El liberal, aún para dar busca ocasión.
- Pesado sueño tiene el que no siente cuán mal duerme.
- Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida.
- Buena es la riqueza si la manda la razón.
- Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona.
- Quien puede ser injusto quiere serIo.
- Alivia el trabajo del camino el compañero elocuente.
- El buen suceso disculpa la temeridad.
- Es morir bien, morir voluntariamente.
- La desgracia es a veces ocasión de virtud.
- La casualidad es a veces favorable.
- Causa es de obrar mal el haber obrado.
- Curioso es naturalmente nuestro ingenio.
- En obligación nos pone de dar el haber dado.
- Despreciable cosa es el hombre cuando no se levanta sobre su esfera.
- Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido.
- Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban.
- Cruel es quien al afligido reprende.
- No hay cosa que mucho tiempo agrade al que en ninguna tiene asiento.
- Debe tomarse consejo conforme al día, y si es posible, conforme a la hora.
- La poca templanza del enfermo hace al médico ser cruel.
- La virtuosa mujer manda a su marido obedeciéndole.
- Manchada deja su vida el que procura muerte.
- Difícilmente se hallan palabras que retraten al vivo las grandes desdichas.
- Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa.
- El peligro que no se teme, más presto viene.
- Obedecer a Dios es libertad.
- Deberíamos recibir bien los trabajos, sabiendo que vienen por providencia divina.
- Cuando alguna parte del todo cae, la que queda no está segura.
- La diversidad de libros distrae el entendimiento.
- Arrojo nos da la ira.
- Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor.
- Determínese despacio lo que para siempre se resuelve.
- Para morir, el mejor de los tiempos es el próspero.
- No perdemos lo que ignoramos haber perdido.
- El que desee vencer, prepárese para la guerra de mucho tiempo.
- No todas las cosas están bien a todos.
- Los males dudosos atormentan más.
- El que promete dudosa salud al afligido, se la niega.
- Tarde se olvida lo que se aprende por mucho tiempo.
- Las lágrimas del heredero son risas encubiertas.
- Ha de llevarse en paciencia la voluntad del príncipe, en lo justo y en lo injusto.
- Conceder los ruegos que son en daño del rogador es bondad cruel.
- Hasta el que se aparta de la virtud, la reconoce.
- La carencia de una cosa le da precio.
- La amistad y la enemistad proceden de la voluntad.
- Muchos deleites afeminan los espíritus.
- Hasta de males hay ambición.
- Debe esperarse la muerte que la naturaleza ordena.
- Muchas veces por dolor la inocencia se hace culpar.
- La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa.
- Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo.
- Al infeliz sóbranle y fáltanle pensamientos.
- Por demás se impide la muerte al que está determinado a morir.
- La virtud impide a los valientes llorar, y a los débiles lo manda.
- Súfrase, y no se reprenda lo que excusar no se puede.
- Paciencia muchas veces ofendida trastorna el juicio.
- El miedo se pinta en el rostro.
- Más continua es adversa que próspera fortuna.
- Haz lo que debes, y no lo que puedes.
- Menos camino hay de la virtud al vicio, que de los vicios a la virtud.
- Mejor sufre el mal quien siempre le teme.
- No hay manjar caro para el glotón.
- La frugalidad es una pobreza voluntaria.
- Poco importa carecer de sepultura.
- Dichoso es el que no lo parece a los otros, sino a sí.
- La felicidad no mira de dónde nace, sino adónde puede llegar.
- Venturoso premio de la virtud es ser aborrecido de los viciosos.
- Más seguro está en la virtud el que ya pasó por los vicios.
- La confianza produce muchas veces la lealtad.
- Para mayores desgracias guarda la fortuna a quien favorece.
- Tolerable es el infortunio que es común a muchos.
- La fortuna teme a los valientes y avasalla a los cobardes.
- La fortuna puede robarnos la hacienda, pero no el valor.
- Hasta la desgracia se cansa.
- En los ancianos es ocasión de más constancia el estar cerca de su libertad.
- El fin de un trabajo es principio de otro.
- Tiénese por virtud la maldad que sucede bien.
- Mejor es la salud que nunca se perdió.
- Grande recomendación tiene un rostro hermoso.
- El que recibe lo que no puede pagar, engaña.
- Confiesa el delito el que huye del juicio.
- Cosas fingidas pronto vuelven a su natural.
- Al que una vez perdió el crédito, nada le queda que perder.
- No se contenta la fortuna de hacer un solo daño.
- Lleva en bien pequeños trabajos el que pasó por otros mayores.
- Más fácilmente se entiende lo que por partes se propone.
- Con más dificultad comienzan los honores que prosiguen.
- En poco precio se tiene lo adquirido de gracia.
- El que esgrime, en el mismo ejercicio aprende las reglas.
- El trabajo sirve de nutrimiento a los pecados generosos.
- Más grata es la virtud en una persona hermosa.
- El peor enemigo es el traidor.
- Desgracia imprevista nos hiere más fuertemente.
- Despreciable honra es la que en la ociosidad se granjea.
- Feas palabras, aun livianamente dichas ofenden.
- Para venir a mucho, no se había de comenzar por poco.
- En ninguna parte se siente más la pobreza que en el destierro.
- El piloto muestra en la tempestad su saber y su valor.
- Mucho se siente quedar atrás en honores a aquellos en quienes en virtud precedemos.
- Sola es loable la ambición por no perder el tiempo.
- Honrosa es la alegre pobreza.
- El que no obtiene cargos públicos no se tiene por honrado.
- Los placeres aun después de haber pasado recrean.
- Halla en la desgracia consuelo el que lo prodigó en la prosperidad.
- La pobreza se ve obligada a tentar todos los caminos.
- Su ponzoña tienen las palabras blandas.
- Honrosamente sirve el que conforme a las circunstancias sirve.
- Mejor es hacer a otros herederos, que buscar a quien heredar.
- De vivir y de morir nos pesa.
- Sin razón se queja del mar el que otra vez navega.
- Grandísima caída es de señor a esclavo.
- Muchas veces las ofensas son incentivo del valor.
- La furia del mancebo, súbito se enciende y fácilmente se apaga.
- Presume de tu amigo, que puede ser en algún tiempo tu enemigo.
- No tiene seguro el cetro un príncipe aborrecido.
- En las grandes desgracias faltan las lágrimas.
- Víspera es una desgracia de otra desgracia.
- El ánimo inconstante, cuanto más procura saber, menos sabe.
- Hasta los vicios de quien mucho amamos nos placen.
- De los males posibles ninguno peor que la opinión del vulgo.
- Débese guardar con más cuidado lo que no se sabe cuándo ha de faltar.
- No tiene la fortuna poder en el tiempo que pasa.
- Maldad es no dejar el beneficio a merced del que lo hace.
- Justa causa de alegría es ver alegre a un amigo.
- Ingrato es el que sólo en secreto es agradecido.
- Muchas cosas hay que todavía carecen de nombre.
- El que desea hacer una injuria, ya la hizo.
- El que airado procura hacer daño, no se guarda del que le puede suceder.
- En el pecho del sabio, aun sanada la herida, queda señal.
- En lo mal comenzado, por más honrosa se tiene la porfía que el arrepentimiento.
- Ingrato es el que por miedo es agradecido.
- El mayor mal que en los vicios puede haber, es convertirse los unos en los otros.
- Propio de un hombre débil es no saber usar de las riquezas.
- Más alegre cosa es granjearse un amigo que tenerlo.
- De torpes deleites no queda sino el arrepentimiento.
- El conocimiento del vicio es principio de virtud.
- Aquella se puede llamar felicidad, que con nuestros deseos se mide.
- La fortuna no tiene poder en nuestras costumbres.
- Flaqueza es temer lo que nunca experimentamos.
- Débil es el que por evitar las desgracias abraza la muerte, y necio el que vive para ellas solas.
- En convites no hay plática que llegue al cabo.
- Estar en el ocio muy sosegados no es reposo, smo pereza.
- Especie de vanagloria es mucho recogimiento.
- Mal se vive entre gentes sospechosas.
- Espera vencer a la desgracia el que se encuentra inocente.
- Virtuosa cosa es perdonar a quien se arrepiente.
- Llamas a la desdicha cuando dichoso te haces.
- Injusto es hacer mal al que menos veces te lo hizo.
- Desagradecido es el que agradeciendo tiene ojo a otro segundo beneficio.
- Desagradecido es el que con igual beneficio agradece.
- Sufrible es todo lo pasado; lo que se teme da mayor cuidado.
- Muchas veces la ley se somete a la utilidad.
- Bien se sufre sola una muerte.
- Mejor se guarda lo que con trabajo se gana.
- No es grave el mal que admite consejo.
- Si a las lágrimas no vence la razón, la suerte las aumenta.
- Mejor puede usar de sus apetitos el que mejor los puede encubrir.
- Menos teme el que de cerca teme.
- El miedo hace a los hombres pecheros.
- Menos duran los deleites que su memoria.
- Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve.
- Todo es posible a quien no teme los trabajos.
- Lloren los ojos, mas no el alma.
- Llevadero sería todo trabajo, si no lo acrecentase la opinión de las gentes.
- Nadie puede ganar sin que otro pierda.
- La mujer no admite medio: o ama mucho, o aborrece mucho.
- La buena memoria es principio de la sabiduría.
- No tiene perfecto amor el que sufre ver morir.
- Hasta la muerte huye de los desgraciados.
- Fácilmente cree el desdichado.
- Grande remedio es la demencia para los que temen.
- Mucho falta al que mucho tiene.
- Malo es el consejo que no se puede mudar.
- Más agradable es dar que recibir.
- El mal consejo, para el que lo da es peor.
- La virtud aborrece a los espíritus bajos.
- Poco bien alegra al pobre.
- Alivio es de trabajos el reposo.
- Mucho se descubre en su rostro el temeroso.
- Mayor trabajo es venir a miseria que tenerla.
- El desdichado no cree a la prosperidad cuando viene.
- Las cosas que mucho suben, al mejor tiempo caen.
- El mayor castigo de la injuria es haberla hecho.
- La enfermedad que sobreviene al convaleciente es más peligrosa.
- Muy poco nos es absolutamente necesario.
- Ninguno es de otro menospreciado, si no lo es antes de sí.
- Los afligidos se apartan de lo que aman mucho.
- Más ama el que con mayor peligro se pone a menos provecho.
- Mal se agradece lo que mal se dio.
- Muchos son desgraciados, pero los más por nuestra culpa.
- Más se agradece lo que con fácil que lo que con larga mano se da.
- Pesada y molesta palabra es ruego.
- Especie de misericordia es matar de súbito.
- Menos se siente perder lo que nunca pudo alegrar.
- Mejor es tener bienes, aunque sea para dejarlos, que no tenerlos.
- Mal consuelo es tener compañeros de desgracia.
- Pierde la virtud sus fuerzas si le falta oposición.
- No hay grandes ejemplos sino de mala fortuna.
- Más siente los trabajos el que de ellos no tiene expenencia.
- Dar consejo es virtud de segundo orden.
- Mejor es tener a la verdad obligada que confiar en ella.
- Mala salud es la que por otra enfermedad se alcanza.
- No se debe poner la espada en manos del desesperado.
- Más se estima el beneficio que dio principio a la amistad.
- Muchas cosas tienen reputación, no por su valor, mas por flaqueza nuestra.
- Mejor debe ser nuestra vida que la del pueblo, mas no contraria.
- De muchos riesgos nos excusaríamos si tuviéramos siempre testigos.
- Más se aumenta el valor en competencia.
- A muchos fue causa de temer, poder ser temidos.
- Trabajosa cosa es comenzar siempre la vida.
- Miéntese muchas veces solamente por costumbre.
- Mucho puede la casualidad en nuestra vida, porque vivimos por casualidad.
- Sepultura es de ingenios la sensualidad.
- Mucho camino tiene andado para mejorar las costumbres el que desea mejorarlas.
- Los desgraciados casi nos fuerzan a ser duros e insensibles.
- No es buena la causa que tiene necesidad de compasión.
- Malo se puede llamar el que solamente por su provecho es bueno.
- Con gran peligro se guarda lo que a muchos agrada.
- A los que poca experiencia tienen, mucho les acrecienta su mal, pensar que no tienen semejante.
- Menos agravio se hace al que presto se niega lo que pide.
- Con grande espíritu se deben determinar cosas grandes.
- Más cuenta tiene con Dios el desdichado que el feliz.
- Grande es la elocuencia que place al que oye contra su voluntad.
- No hay mal que no haga una mujer airada.
- Nunca un peligro sin otro se vence.
- En grandes porfías la verdad se pierde.
- Más difícil es vencernos a nosotros que a nuestros enemigos.
- No es vileza lo que se hace por no poder más.
- Ninguno, si no se compara, es desdichado.
- No hay cosa, por chica que sea, en que no quepa virtud.
- Para hacer mal, poco tiempo basta.
- No se puede sin peligro acometer a los podeerosos.
- No hay felicidad que dure mucho.
- No es blando el camino del cielo.
- No hay cosa más fuerte que el verdadero amor.
- Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella.
- No bastan en una nación las fuerzas sin la unión, ni la unión sin fuerzas.
- Es cobardía menospreciar la vida, y esfuerzo resistir a grandes desgracias.
- Nunca te rindas a la fortuna.
- No hay cosa honesta que no sea útil.
- No tiene la felicidad cosa semejante a lo que muestra.
- No hay soledad en que alguno no viva por pasatiempo.
- No hizo naturaleza cosa dificultosa de las que al hombre son necesarias.
- Lo necesario no falta en destierro, y para lo superfluo no bastan reinos.
- De hombres es sentir los males, y flaqueza es no sufrirlos.
- La razón no vence por sí a cada vicio, mas juntamente a todos.
- El que verdaderamente ama, nunca mira su provecho.
- Solamente pueden consolar al triste la razón y el trabajo honesto.
- No se confiesa obligado quien no recibió.
- No hay cosa tan cara como la que con ruegos se compra.
- Insufrible cosa es haber de rogar por lo que se concedió.
- Doloroso es el tiempo que entre dudas se pasa.
- Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo.
- De ninguna suerte debemos fiarnos menos que de la buena.
- No hay cosa perpetua, y aun son muchas las que poco duran.
- La prosperidad que más dura es la que vino despacio.
- No hay desgraciado que no halle consuelo con la vista de otro más desgraciado.
- Carecemos de libertad para nacer a nuestro arbitrio.
- No es ofensa partir por medio con el más poderoso.
- De nuestras cosas, la que perdimos nos parece la mejor.
- Muy sentida es la muerte en que el padre queda vivo.
- No murió temprano el que no había de vivir más de lo que vivió.
- Lo que más se ama, más veces corre peligro.
- Nadie aceptaría la vida si al tiempo de recibirla tuviese entendimiento.
- Felicidad es no necesitar de ella.
- El que sin peligro vence no consigue la gloria.
- No se comete la muerte con tanto ánimo la primera vez como la segunda.
- Ninguno vive tan pobre, que más no naciese.
- Ningún trabajo que una sola vez se ha de pasar es grande.
- A hombre muerto toda tierra es natural.
- No se debe adquirir el amigo en la mesa.
- No es beneficio el que nos obliga a recibir.
- Nadie se cree culpado si es él su mismo juez.
- No puede el codicioso ser agradecido.
- No hay contentamiento más cierto que el que no se puede quitar.
- No hay desgracia igual a la execración pública.
- No tiene bajo espíritu el que por hacer cosas grandes se infama.
- Menos se debe al que menos se conoce.
- Ninguno hay tan bajo, que no pueda esperar venganza de otro mayor.
- Fácil se nos hace la cura, por grave que sea, si se siente provecho en ella.
- En ninguno es la ira más peligrosa que en el que a otros castiga.
- El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero.
- No hace beneficio quien mira a la prosperidad del que lo recibe.
- Ninguno yerra para sí solo.
- No hagas juez de la vida a la opinión popular, sino a tu sola conciencia.
- Toda virtud se adquiere con trabajo.
- Nunca hubo muerte de que no hubiese queja.
- No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios.
- No hace buenas obras el que contra su voluntad es útil.
- Solamente sabe mucho el que sabe lo bastante para vencer.
- Para grandes cosas mucho tiempo se requiere.
- No es destierro el sitio en que estamos seguros.
- No hay desgracia a que falte remedio.
- En ninguna parte está el que en todas está.
- Ninguna desgracia es grande si es la última.
- Nunca mucho costó poco.
- No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo.
- Nunca es demasía publicar lo que es necesario se sepa.
- No se debe hablar sino al que con voluntad escucha.
- Alguna cosa sucede bien al que muchas prueba.
- No es industria la que por acaso llegó a su efecto.
- Poco tiene que esperar aquel a quien la vejez hizo vecino a la muerte.
- Ningún descubrimiento se haría ya, si nos contentáramos con lo que sabemos.
- No tiene el valor en su punto aquel cuyas obras no son conformes.
- No puede haber orden cuando hay mucha prisa.
- Hónrese cada uno con lo que le pertenece.
- Quien mucho ama no teme.
- Todo lo vence la porfiada diligencia.
- No interesa el que leas muchos libros, mas interesa mucho el que sean buenos los que leas.
- No hay esclavitud más vergonzosa que la voluntaria.
- Sirven de impedimento para la felicidad las muchas ocupaciones.
- Ninguno desea darse tristeza a sí mismo.
- No hay cosa que más presto aborrezcamos que lo que nos incomoda.
- Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.
- No hay cosa que más pronto torne a sí, que el amor.
- Ninguno muere sino a su tiempo.
- No consiste la felicidad de nuestra vida en vivir, sino en vivir bien.
- No hay determinación tan general, que en parte no falle.
- Al desdichado no hacer nada es lo mejor.
- No hay felicidad tan perfecta, que carezca de todo sinsabor.
- Nunca falta al avariento razón para negar.
- No debes exigir lo que tú debías negar.
- El delito lleva consigo mismo el castigo.
- No hay camino que no tenga fin.
- No hay grande desgracia que dure mucho.
- Para el hombre ocupado no hay día largo.
- No es bueno el que es mejor que el malvado.
- La virtud no permanece oculta.
- Otras veces el discípulo iguala al maestro.
- Naturalmente nos alegra el fin de nuestras desgracias.
- No se debe imitar a uno solo, aunque sea el más sabio.
- Si algún animal tiene paz, la debe a nuestro hartamiento.
- No hay mayor causa para llorar que no poder llorar.
- Con dificultad se cree lo que después de creído ha de dar pena.
- El que sin fundamento empieza, nunca tiene, en lo que hace, asiento.
- Ama como que has de aborrecer, y aborrece como que has de amar.
- Triste cosa es no saber morir.
- El verdadero amor no sufre dilaciones.
- No sabe ser rey el que teme mucho el odio ajeno.
- Natural es de mujeres deleitarse con atavíos.
- La obediencia del vasallo hace pacífico al señor.
- Contumaz es toda pasión, y mala de despedir .
- Toda vida es tormento.
- Bien acaba la virtud, si acaba primero la vida.
- Toda virtud es difícil de seguir, y aún lo que se acerca a la virtud.
- El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento.
- La dificultad de los tiempos es ley de la naturaleza.
- Virtud es sufrir al ingrato hasta que sea agradecido.
- Todo lo vence el hombre, menos el hambre.
- Toda arte es imitación de la naturaleza.
- Todo lo puede esperar el hombre mientras vive.
- Ningún vicio hay que no tenga disculpa alguna.
- En toda reprensión debe entrar la blandura.
- Todo es incierto aun al dichoso.
- Parte es de beneficio negar con buena disculpa.
- Del tormento se libra el que fácilmente lo sufre.
- Doloroso es perder la patria, más doloroso temer esta desgracia, y dolorosísimo los dos infortunios juntos.
- No sabe tornar a su dueño la vergüenza que se fue.
- Al que va de prisa se le hace grande un pequeño estorbo.
- Mejor parece a los mozos el peor consejo.
- Más que a sus hijos debe amar el príncipe a su nación.
- Obedezca la nobleza a las fuerzas de fortuna, principalmente si es oprimida en justa guerra.
- Pierde su gracia lo que muchas veces se mira.
- No sirven de nada las desgracias a aquel que no aprenda en ellas.
- A leyes del pueblo, por la mayor parte contradicen sabios.
- El pobre contra su voluntad se harta.
- Acrecienta el valor de los mantenimientos la dificultad con que se alcanzan.
- Nada se logra con restituir al pródigo lo que perdió.
- Parte de inocencia es la ceguedad.
- Muy cerca está de negar el que duda responder.
- Vicio es grande en el deudor hacer de su acreedor ofensa.
- Por patria reputamos la tierra donde vivimos felizmente.
- No es pesada la pobreza sino para aquel que la tiene por pesada.
- Quítanos la vergüenza de pecar la multitud de los que pecan.
- Ahógase el principio cuando se sigue grandeza.
- Poco nos hubiera dado naturaleza si más que a sí no nos diera.
- Alguna cosa pide sobrenatural el que pregunta por qué se debe seguir la virtud.
- El primer grado de las riquezas es tener lo preciso, y el segundo la que basta.
- Perdiéronse las buenas costumbres, después que a los vicios se les dio el nombre de virtud.
- En poca costa nos mete el hambre, y en mucha el hastío.
- Virtuosa cosa es haber acabado de vivir antes de acabar la vida.
- Natural es de pobres contar muchas veces el caudal.
- La presencia y la conversación de una persona amada tiene un deleite que parece ser vivo.
- Antes de ofrecer debemos detenernos, pero después de haber ofrecido, cumplirlo.
- Engaño hay cuando se concede lo que primero se negó.
- Lo segundo, después de no errar, es vergüenza de haber errado.
- Voluntad de condenar muestra el que fácilmente condena.
- Más daño hace el enemigo al que huye.
- Las pasiones aguzan el ingenio.
- ¿Qué no vence la virtud?
- La verdadera virtud, natural ha de ser, y no fingida.
- Quien no tiene que esperar, de nada debe desesperarse.
- Al que la razón no pudo dar remedio, muchas veces se lo dio la paciencia.
- Da causa para negar el que pide con temor.
- Sufra trabajos aquel a quien la suerte los da.
- El afligido cree con más facilidad lo que desea.
- Cosa ajena alaba el que a su prosapia alaba.
- La desgracia no llega al hombre valeroso.
- Alegre nos es el recuerdo de las desgracias que han pasado.
- Cada uno sufre o goza según sus obras.
- No se puede asegurar la existencia de un solo día.
- El príncipe que desee sostenerse en el trono, gobierne con clemencia.
- El que en sí reconoce algún vicio, presume que de él se habla cuando se nombra aquel vicio.
- Lo más perfecto que hay en el hombre está libre del poder de los hombres.
- El que tarde dio, por mucho tiempo no quiso dar.
- No satisface al beneficio recibido el que no le paga con usura.
- Si alguna cosa deseas de mucho valor, procura que haya pocas como ella.
- El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente.
- Todo es lícito al vencedor.
- Cosas hay en que la ley nos da lugar, y vergüenza le quita.
- Acción es todo lo que vence a la razón.
- Lo que nunca se hizo, se puede hacer.
- La mayor parte del tormento es el tiempo que precede al tormento.
- Vicios hay que como señales de felicidad deleitan.
- La cosa que naturaleza hizo más grave, común la hizo.
- Lo que a lo más alto llega, cerca está de caer.
- Menos venganza quiere el padre, de la que quiere la ley.
- Pide el beneficio el que a la memoria lo trae.
- Muchos hay que amando matan.
- El que de buena voluntad recibió algún beneficio, pagó la primera parte de su obligación.
- Poco se estima lo que se tiene en casa.
- Cosas hay que para saberlas no basta haberlas aprendido.
- No guardes mezquinamente tus bienes, ni los derrames con prodigalidad.
- El que de nuevo no quiere recibir, de lo recibido le pesa.
- Si de alguna cosa tuvieras necesidad, a ti mismo pídela prestada.
- Cumple religiosamente tus obligaciones del modo mismo que las contrayeres.
- Hay casos tan feos, que aun al que los castiga ofenden.
- Mejor es precaver lo venidero que disputar sobre lo pasado.
- Ejercítese antes de la obra, el que en ella se quisiere ver expedito.
- Muchos acabaron la vida antes de comenzar a vivir.
- No consiente que le reprendan el que no reconoce haber errado.
- Debemos considerar quiénes somos, y no la reputación en que estamos.
- Siempre es peor el día siguiente.
- Menos dolor produce la desgracia que de antemano se teme.
- Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón.
- No tiene que subir el que a lo más alto Ilegó.
- Pocos hay viejos y dichosos.
- Pocas veces tiene el súbdito licencia contra el señor.
- Grosero es el tirano que con muerte castiga.
- Siempre los descendientes tornan a la raíz.
- Rey se puede llamar el que nada teme.
- El amor natural, si una vez falta, luego vuelve.
- Guarda es de reinos el miedo.
- Cosas grandes no se pueden restituir.
- El precio de la virtud es ella misma.
- Género es de desechar, dar luego otro tanto.
- Desasosegada cosa es la prosperidad.
- Poco más o menos, en todo es igual la razón.
- Yerra el que por odio del malo pone su inocencia en peligro.
- El que pudiendo no favorece al que está en peligro, ayuda a matarlo.
- Vilmente vive el que conforme a las costumbres del vulgo vive.
- El bien se conoce más tarde que el mal.
- Buen juicio y mucha plática, pocas veces se juntan.
- Uso y memoria, engendraron sabiduría.
- Nunca es tarde para vivir bien.
- Algunas veces se encubre con una maldad, otra.
- Alegre cosa es llegar al logro de nuestros deseos.
- Muchas veces la pasión nos ata la lengua.
- No hay cosa que más abata los espíritus que la pobreza.
- A nuestra diligencia debemos lo que contra voluntad de otro alcanzamos.
- Asaz agradecimiento es para el que da al redopelo, no recibir su beneficio.
- Las esperanzas se encadenan.
- Otra muerte es no poder llorar en la muerte.
- La parte de vuestro cuerpo más sana es la que más se ejercita.
- Los estudios, aunque no tengan efecto, son dignos de loor.
- Más virtud es favorecer al malo por razón del bueno, que por causa del malo no ayudar al bueno.
- Si no hay diferencia en las costumbres todos son iguales.
- Si deseas ser amado, ama.
- Poco remedio queda al que más tarde se pone en regla.
- Esperanza es nombre de un bien dudoso.
- Más pena nos da la opinión de trabajo que el trabajo mismo.
- La ignorancia en las gentes siempre está en su principio.
- Muy severo es el verdadero contentamiento.
- Yerra el que se aflige porque en algún tiempo ha de tener aflicción.
- Simpleza es loar en los hombres cosas ajenas.
- No hay lugar tan estrecho, donde no se puede elevar el pensamiento al cielo.
- Trata a tu inferior como deseas ser tratado de tu supenor.
- La inexperiencia destruye e inutiliza muchas buenas ocasiones.
- El que no quiera vivir sino entre justos, viva en un desierto.
- Pierde su autoridad la gravedad continua.
- Yerra el que no principia a aprender por parecerle que ya es tarde.
- Muchas veces es poco lo que se da, y mucho lo que de darlo se sigue.
- Mejor es saber cosas excusadas que no saber ninguna.
- Sencillos son los cuidados del bueno, y doblados los del malo.
- Muchas veces lo que no se halla cuando se busca, sale al encuentro cuando no se busca.
- Más apocado queda el que es fríamente alabado que el que es ásperamente reprehendido.
- No se puede formar de los mozos un juicio exacto.
- El que más experiencia tiene, teme más los peligros.
- El tiempo hace llevaderas las desgracias.
- Llevadera sería la pobreza, si no trajese consigo deshonra.
- Tanto pierde la buena obra de valor, cuanto tuvo de tardanza.
- No quiere el que tarde quiere.
- Más seguro está contra fortuna aquel a quien después de la fortuna le queda alguna cosa.
- Trabajoso es deber a quien no querrías deber.
- Más se teme lo que más veces acontece.
- En tanto tiene la razón poder, en cuanto está libre de pasión.
- No se da como se debe dar, lo que sin ser pensado se da.
- Apocado es el que consiente ser en beneficios vencido.
- Torpe pérdida es la que por negligencia se hace.
- Vergüenza es en el viejo no saber más de lo que lee.
- El que callar no puede, hablar no sabe.
- Conviértanse en voluntad las palabras de que se usa.
- Vencedora de leyes es la osadía.
- En tanto se debe aprender, en cuanto no se sabe y aun en cuanto se vive.
- Tierras fértiles, afortunados hombres producen.
- En todas partes se muere.
- Uno y otro es cobardía, querer y no querer morir.
- Mucha parte de la verdad se encubre a los que vista no tienen.
- Vergüenza tenemos de ser con vergonzosa medicina curados.
- Furiosos son los primeros ímpetus del vencedor.
- Así es crueldad perdonar a todos como a ninguno.
- Afeminados espíritus engendra la avaricia.
- Amor de mujer casta, perpetuo es.
- Crédulos son todos los que temen.
- Refiérense las leves pasiones, y las muy grandes no se pueden referir.
- Si quieres no temer ni esperar, da por pasada la vida.
- Peor se sufre el menosprecio que el cautiverio.
- Pequeños son los deseos de nuestro cuerpo.
- Para nuestra avaricia, lo mucho es poco, y para nuestra necesidad, lo poco es mucho.
- Lo que a uno puede acontecer, puede acontecer a todos.
- Prueba es de buen espíritu tener firmeza.
- La aflicción de nuestros amigos nos induce a amarlos más.
- No son propios para reinar los ánimos humildes.
- Los últimos males en ninguna manera nos descansan.
- Algunas veces debemos desechar los grandes pensamientos, y seguir los que las circunstancias nos inspiran.
- Todo lo que de nuestra edad queda atrás, la muerte lo tiene.
- En lo hondo, no solamente está lo poco, sino también lo peor.
- Propio de un ánimo enfermo es el mudar de domicilio.
- Por rico se puede tener el que con la pobreza bien se aviene.
- Nada ofende tanto a nuestra salud como la mudanza de remedios.
- El árbol que muchas veces se trasplanta no crece.
- No hay cosa tan útil, que después pasada aproveche.
- Todo lo debemos consultar con el amigo, más primero debemos consultar si lo es.
- Tomado un amigo debe dársele crédito y antes de tomarle se le debe juzgar.
- No hay bien alguno que nos deleite, si no lo comunicamos.
- Largo es el camino de los preceptos para llegar a la sabiduría, y corto el de los ejemplos.
- Enseñando aprendemos.
- Debemos ponernos por modelo algún varón virtuoso, y pensar que asiste de continuo a nuestras obras.
- Todo lo honesto tiene por bajeza el que a su cuerpo demasiado ama.
- El sabio nunca provoca la ira del más poderoso, sino procura evitarla.
- En muchos conseguir no fue fin de trabajos, sino mudanza de ellos.
- Mejor es acabar una vez que ser atormentado muchas.
- Con más seguridad seríamos ricos, si conociésemos el poco trabajo que hay en ser pobres.
- El sabio debe caminar siempre por un sendero, mas no a un paso.
- Grande se puede llamar el que en las riquezas es pobre.
- Difícilmente se tiene templanza en lo que se presume ser bueno.
- Segura es la codicia del bueno.
- El sabio no debe huir de la vida, sino apartarse de ella.
- Aun los muy cobardes hablan con osadía.
- El que aconseja que se piense en la muerte, la libertad aconseja.
- A unos basta mostrar el remedio, a otros es necesario buscarlo.
- En todo lugar se puede vivir virtuosamente.
- Ningún virtuoso puede aplacar al pueblo.
- Mucha parte de la verdad está por descubrir.
- Todo hombre se somete fácilmente a la doctrina de sus naturales.
- No podemos evitar las pasiones, pero sí vencerlas.
- De grande ánimo es menospreciar grandezas y querer antes la medianía que la sublimidad.
- Más seguro es el camino de que se duda.
- La buena conciencia entre muchos está segura, y la mala aun estando sola teme.
- De ningún testigo deberíamos hacer más caso que de nosotros mismos.
- Noble se puede llamar el que por naturaleza es inclinado a la virtud.
- No se debe menospreciar la fortuna de alguno cuando el que la menosprecia puede descender a ella.
- Más sutileza es dejar ciertas cuestiones que desatarlas.
- La virtud que por mucho tiempo se ejercita, persevera.
- Obliguemos a nuestra alma a que principie a vivir bien; que después pequefios remedios bastan.
- Débese elegir un buen domicilio, útil, no sólo para el cuerpo, sino también para las buenas costumbres.
- A los que con armas vencen, los vencen muchas veces los vicios.
- Ausentes están algunos, aunque presentes parezcan.
- No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres.
- No puede la fortuna quitar lo que no dio.
- No solamente nos inquieta el golpe, sino también el sonido.
- El rico que sin tener cuenta lo es, poco tiempo es rico.
- No quiere el enfermo médico elocuente, sino que le sane.
- No hay maldad tan grande, que carezca de ejemplos.
- La verdad, en todas sus partes lo es.
- Para pocos nació el que solamente es útil a las gentes de su tiempo.
- Quien de verdad quiere ser bueno, lo será.
- Imperar es oficio, y no reino.
- Muchos dejan de pecar más por vergüenza que por voluntad.
- Aun los deleites son penosos cuando sin consideración se gozan.
- Poco importa que seamos acreedores de la fortuna o de los hombres pues lo uno y lo otro es ajeno.
- Inútilmente se previene lo que no se puede evitar.
- Parte de intemperancia es querer saber más de lo necesario.
- Procura en tus estudios no saber más que los otros, mas saberlo mejor.
- No se alaban las riquezas porque se codician, sino que se codician porque se alaban.
- Por humilde se tiene ya el que con lo necesario se contenta.
- Mucha diferencia hay de no querer pecar a no saber.
- En menos tiempo se deshacen las cosas que se restauran.
- Aunque la edad de algunos fue imperfecta, su vida fue perfecta.
- Siempre podemos aprender del hombre eminente, aun cuando calla.
- El mayor espacio de la vida es vivir hasta saber.
- No conocerás cuando el sabio te es útil, y lo conocerás cuando te haya sido útil.
- Una parte de la virtud consiste en la teoría, y otra en la práctica.
- A vicios leves, pequefios remedios bastan.
- Nunca se tiene un vicio solo.
- Castigo es la maldad de sí misma.
- El que llamas muerto, no murió, mas partió primero.
- Cada día debemos juzgarlo una nueva vida.
- Menos nos duele la desgracia cuando testigos hay.
- En los hombres grandes no es menos provechosa la memoria que la presencia.
- Un perverso perjudica a otro perverso, y los útiles son buenos a los útiles.
- Con mayor tormento se conserva la hacienda que se adquiere.
- Trabajos nos dan quien grandezas nos promete.
- En poco se tiene, después de alcanzado, lo que antes se estimaba mucho.
- A todos da hacienda más codicia de sí, y la causa es porque empieza a poder más el que más tiene.
- Todo lo que por arte se hace, es más incierto y desigual que lo que naturaleza reparte.
- No queda al enfermo esperanzas cuando el médico aconseja la intemperancia.
- En ninguno puede haber vicio, sino en el que puede haber virtud.
- No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad.
- Menos teme los peligros el que más veces los venció.
- Natural es en todo hombre la piedad, mas en el príncipe es más honrosa.
- No está el rey seguro donde no hay cosa segura del rey.
- Muy amable es la vida, cuando todos la desean.
- Más veces se comete lo que más veces se castiga.
- Así infaman al príncipe muchos castigos, como muchas muertes al médico.
- La naturaleza humana más sufre imitación que violencia.
- Vívese por imitación más que por razón.
- No va en más nuestro acertar, que en no imitar al pueblo.
- Igual es el número de los envidiosos al de los aduladores.
- La virtud ni causa hastío ni arrepentimiento.
- El deleite no es premio ni causa de virtud, sino accesorio provecho suyo.
- El sabio no tiene afición a las riquezas, mas querríalas antes de tener que dejar de tener.
- Si te sabes aprovechar de la vida, larga es.
- No hace solamente la guerra el que se halla en el campo.
- Nunca nos avergüence si la obra es buena.
- Solamente del tiempo es loable la avaricia.
- El buen capitán no ha de confiar tanto en la paz, que no se aperciba para la guerra.
- Antes nos faltarán lágrimas que causa para verterlas.
- Por venganza tiene el magnánimo haber podido vengarse.
- Lo que hay después de la muerte, vida es, no muerte.
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