
Encuesta realizada entre 1970 y 1974
MARIO RODRIGUEZ ARAGON Periodista. Madrid.
No soy del «Opus Dei» por lo que creo y por lo que no creo. He aquí una breve muestra:
Porque creo…
… que una parte importante de sus socios buscan por ese medio medrar económica, profesional y políticamente.
… que las sectas iniciáticas suelen ejercer una acción corrosiva en la sociedad sobre la cual vegetan.
… que si los «tecnócratas» están comprometidos en el servicio a un amo secreto, pueden verse forzados a obrar injustamente y atentar contra el bien común.
… que especializarse en el proselitismo de castas privilegiadas es antievangélico.
… que en Torreciudad se pretende establecer un criptoculto en concurrencia con el Vaticano.
… que «Camino» es un opúsculo catequístico subjetivo, lleno de buenas intenciones, de ingenuidades, de contraindicaciones, con alguna que otra simpleza; pero nada más.
… que el trabajo es un derecho personal y un deber social, que nada tiene que ver con la virtud.
Porque no creo…
… que al instituto secular Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz (Opus Dei) sea ajena la ambición de poder.
… en la independencia de sus socios.
… en el talento, la humildad, la alegría y la santidad de un fundador coleccionista postulante de títulos rimbombantes, nombramientos honoríficos y grandes cruces.
… en la autenticidad de las protestas de fe arrancadas bajo chantaje, espiritual o material.
… en la caridad de quienes ejercen la violencia.
… en la pobreza de los que viven en la opulencia.
… en el apostolado de aquellos que andan a la conquista de bienes materiales.
… en el poder santificante de los créditos a medio y largo plazo.
… en las indulgencias a la exportación ni en la gracia sobrenatural de los polos de desarrollo.
… en supersticiones orgánicas.
… en demagogias de ultratumba.
